Un aspecto singular que ha puesto de relieve la epidemia de dengue que azota el país es que demarcaciones como San José de Ocoa, donde la temperatura generalmente oscila entre los 17 y 29 grados Celsius, hayan registrado una alta incidencia de la enfermedad transmitida por el mosquito, al punto que fue declarada en alerta roja por las autoridades sanitarias.

Para el director provincial de Salud de la provincia situada en la parte Sur del valle intramontano de la Cordillera Central, el doctor Sergio Castillo, el brote pudiera estar relacionado con la crisis en el suministro de agua potable que obliga a su almacenamiento en malas condiciones, especialmente en los sectores más vulnerables, y al aumento de las temperaturas registradas a partir del mes de abril.

Expertos han advertido que como consecuencia del calentamiento global, cambio climático y fenómenos como El Niño, muchos vectores han aparecido en regiones, antes frías, que han visto aumentada su temperatura ambiental y se han constituido en hábitats ideales para los mosquitos y otros vectores que han sido movilizados por diferentes medios de transporte.

Y es que, tanto las sequías extremas como el incremento de las lluvias y las temperaturas proporcionan condiciones ideales para que los mosquitos se reproduzcan y migren a nuevos territorios.

“El mismo efecto del cambio climático este año ha establecido nuevos récords en algunas localidades del país, como temperatura máxima observada, es decir, que puede ser que los vectores de dengue y malaria comiencen a moverse de un sitio a otro”, explicó a elCaribe el subdirector técnico de la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), Andrés Campusano.

“Entre los valles intramontanos hay un elemento que hace sentir la sensación más calurosa, que es el viento débil, que combinado con la alta humedad hace disparar más la temperatura o la sensación calurosa. Eso puede ser uno de los motivos que puedan estar originando que la zona de Ocoa esté desarrollando también con más frecuencia casos de dengue”, agrega el experto.

Al ser entrevistado en el Almuerzo del Grupo Corripio el pasado 12 de septiembre, el Vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio, Ernesto Reyna, dijo que al igual que las inundaciones y sequías extremas, las epidemias de dengue también están asociadas al cambio climático.

Ministro ordenó una investigación

La situación que vive Ocoa atrajo la atención del ministro de Salud Pública, Rafael Sánchez Cárdenas, quien visitó el municipio hace once días y ordenó a las autoridades de la zona a realizar una investigación de casos y un monitoreo entomológico para determinar las causas que han provocado el brote, en vista de que no es común que en una zona de altura se produzcan tantos casos.

“Vamos a hacer una investigación revisando las últimas cinco semanas, para ver lo que ha está ocurriendo, la auditoría incluye, la aplicación de los protocolos por parte del personal de salud, el comportamiento de los ciudadanos de la localidad y el mismo fenómeno en sí del dengue; durante todo el año esta provincia se mantuvo con casos bajos y nos sorprende sobremanera que en estas semanas se registren por semana hasta 20 casos, no es una situación normal”, dijo en ese momento el funcionario.

Mientras tanto, continúan las jornadas de limpieza en el municpio.

La incidencia es más alta que en el resto del país

Mientras la provincia sureña, con 59,544 habitantes, según datos del último censo, registra más de 200 casos y una incidencia acumulada de 565.0 casos por cada 100 mil habitantes, la tasa de infección en el Gran Santo Domingo, con más de 3 millones de habitantes, es de apenas 179.8 por cada 100 mil.Pese a que la enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegypti también guarda relación con el débil saneamiento ambiental, en las calles de Ocoa no se observa acumulación de desechos sólidos que pudiera degenerar en potenciales criaderos.Para el director de la Unidad de Gestión de Riesgo y encargado del Programa Dominicana Limpia del Ayuntamiento, Juan Saijun, la declaratoria de alerta es un tanto desproporcionada ya que, a la fecha, el municipio no registra ninguna muerte por la enfermedad.“La cosa no es como la pintan”, asegura el funcionario municipal, quien coincide con Castillo en que la falta de un acueducto que supla el líquido con eficiencia es uno de los causantes de la problemática, tras asegurar que el alcalde Aneudys Ortiz ha estado impulsando su construcción ante el Gobierno central, a fin de mejorar la vida de los munícipes. Actualmente 29 provincias están en alerta amarilla, mientras Peravia y Samaná están en alerta verde.

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