Katel Marte: «Yo no le paraba a nada»

Béisbol.- Por un lado está el jugador que hoy día presenta uno de los mejores registros ofensivos en la campaña de las Grandes Ligas. Está el promedio de bateo.

Dijo a elCaribe que entendió que debía cambiar y ser más disciplinado después de ser bajando a las menores en 2017
Béisbol.- Por un lado está el jugador que hoy día presenta uno de los mejores registros ofensivos en la campaña de las Grandes Ligas. Está el promedio de bateo, los hits, los jonrones y otros porcentajes de calidad.

Ese es Ketel Ricardo Marte Valdez. Pero la gran temporada, esas compilaciones estadísticas de primera son de la misma persona que hace dos años aprendió una dura lección tras un buen tiempo distante de la disciplina que se requiere para ser una estrella en las Mayores.

Ese mismo Ketel Marte, oriundo de Baní, tenía muchas distracciones fuera del terreno que le impedían dedicarse con el debido rigor y solo pensaba en poner números para brillar.
“Yo no le paraba a nada. No le paraba a que tenía que respetar el juego, llegar temprano, a esas cosas importantes”, dijo Ketel a elCaribe en el Great American Ballpark, de esta ciudad, antes de un partido de su equipo, los Diamondbacks y Cincinnati.

“Lo mío era jugar y ya. Jugar mi juego, jugar para mí y no entendía nada de lo otro”, agregó.

Un valioso pelotero que ha aportado en las posiciones de jardinero central y segunda base para los Diamondbacks en este 2019,  Marte pactó en 2010 con Seattle y para 2015 hizo su debut en la Gran Carpa con 21 años de edad. En 2016 participó en 119 encuentros con los Marineros, pero no rindió lo esperado. Bateó para .259, tuvo pobre porcentaje de embasarse de .287 con un cuadrangular. Algo andaba mal.

“A mí no me importaba salir para la calle en Seattle sin pensar en la hora de llegar al estadio al otro día. Siempre salía a beber, casi todos los días y llegaba al estadio doblao´, como decimos. Todo eso se fue acumulando y mi talento fue bajando. No era el mismo jugador”, reveló el nativo de Nizao.

Y en 2017, su primer año con Arizona tras el cambio con los Marineros, le llegó el golpe que lo despertó.

“Entendí que debía cambiar en 2017 cuando me vi que la soga aquí (se señala la garganta) porque me mandaron a Triple A. Ahí fue que me di cuenta que estaba perdido y que tenía que cambiar.

Eso me dio duro, me frustró, me bajó el autoestima como decimos”, dijo el también sobrino de Wilson Valdez y cuya esposa es familia cercana del inmortal de Cooperstown Vladimir Guerrero. De estar en los lujos de las Grandes Ligas, Ketel se vio en las duras aguas de las menores, donde, por ejemplo, hay recorridos en guagua de más de 10 horas.

“Me dio duro porque yo sabía que no era un pelotero de ligas menores. Pero aquí me ayudaron. (Luis Urueta) Pipe me dio muchos consejos. Y poco a poco fui aprendiendo que para estar aquí no es solo talento”, dijo.

En esta campaña fue titular en el Juego de Estrellas por la Liga Nacional, circuito que lidera en hits con 187. Batea para .329 con 32 jonrones, 36 dobles, 92 remolacadas y 97 anotadas, los mejores números de su carrera en una contienda.

Ketel, dijo, es del estadio a su casa. “Tengo una familia que cuidar y seguir demostrando en este nivel. Ya no salgo. Estar en familia es mejor”, comentó.

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