El auditorio del Centro Cultural Mauricio Báez acogió, el domingo 8 de septiembre de 2019, a cientos de militantes del Movimiento de Izquierda Unida (MIU), invitados especiales, como los viceministros Luis de León y Luis Fernández; el Presidente de la Coppal, Manolo Pichardo; familiares y amigos de los galardonados; así como, a sus excelencias los Embajadores Extraordinarios y Plenipotenciarios de Cuba, Nicaragua y Venezuela y el honorable Zhang Buxin, Consejero Político de la Embajada de la República Popular de China, en República Dominicana; todos convocados por el Secretario General del MIU, Miguel Mejía, a la 3era entrega del galardón El Venturoso.

En la ocasión, luego de recibir la estatuilla, en bronce, del Coronel de Abril, Francisco Alberto Caamaño Deñó, la que simboliza el galardón El Venturoso, hice uso de la palabra, y embargado por la emoción, dije lo siguiente:

“Quiero, antes que nada, expresar mi profundo y sincero agradecimiento por el otorgamiento, en esta 3era entrega del galardón El Venturoso; premiación creada por esta organización política, popular, democrática y revolucionaria, con el propósito de reconocer, distinguir y honrar a hombres y mujeres, dominicanos y de otras nacionalidades, que han hecho aportes en beneficio de su Patria y de sus pueblos, en los ámbitos de la política, lo social, lo académico, lo artístico y lo cultural.

De todo corazón, muchas gracias, por darme un nuevo motivo, en esta estación de mi vida, de compromiso para cumplir con mis deberes ciudadanos, como militante político de izquierda, sin dejar que se congelen o derritan mis sueños y utopías hasta que me llegue la hora brava.

Ahora permítanme decirles dos cosas:

En primer lugar, habiendo sobrevivido a una epilepsia traumática, fruto del uso intensivo sobre mi cabeza del “palito de abollar ideologías”, al que se refería Mafalda; a dos cateterismos y una operación de corazón abierto; a un coma y a una neuropatía diabética; a un ecológico tumbe (cáncer) prostático y más recientemente a una cirrosis hepática avanzada y, cargando sobre mis espaldas más años vividos de los que me restan por vivir, he tenido la oportunidad y el privilegio de ser partícipe del cambio de época, verificado en el tránsito del siglo.

Del XX al siglo XXI, y, por ello, me siento con la responsabilidad de reafirmarles, en esta ocasión, que el secreto de la eterna juventud, de la alegría y de la felicidad permanente, residen en el reconocimiento de que: “La lucha de clases es como el sol y las estrellas, si los niegas, niegas la realidad”.

Siendo así, la participación en la política, como actividad que expresa los intereses y las aspiraciones de distintos actores y sujetos sociales, y que orienta y administra las diversas modalidades y formas de lucha, que adquieren los conflictos de intereses, en lo que tiene que ver con la izquierda, combatiente de primera línea contra las injusticias y las desigualdades ancestrales, siempre debe estar dirigida a la conquista y el disfrute de la trilogía virtuosa de la Paz, la Democracia y el Desarrollo.

Les convoco a todos ustedes a continuar siempre en la trinchera de la lucha por hacer de la Republica Dominicana un país y una nación, más soberana, más justa, más libre y con un pueblo más alegre y feliz.

En segundo lugar, me tomo este momento para hacer uso al derecho a ejercer mi solidaridad, trasladando mi mirada y mi corazón hacia una gran nación que en el día de ayer cumplió 197 años de la proclamación de su independencia, la República Federativa del Brasil, donde desde el 7 de abril de 2018 se comete una de las más graves y la más grande injusticia: la prisión arbitraria e ilegal del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Desde esta tribuna, dedico y comparto el galardón El Venturoso, con el Comité Internacional Lula Libre, que preside el excanciller Celso Amorin, y le pido a todos que de pie, gritemos a una sola voz: Lula Libre, Lula Libre, Lula Libre.

Para concluir estas líneas quiero destacar, por otro lado, la significación política y el valor testimonial de la participación de los galardonados: Jacinto Suárez Espinosa, histórico dirigente sandinista y miembro fundador del Foro de Sao Paulo y de Ignacio Ramonet, prominente intelectual universal, quienes con su presencia y palabras rinden homenaje de admiración y solidaridad con las hazañas antiimperialistas del pueblo dominicano y del Coronel Caamaño.

A su vez, identificarme con los mensajes de los compañeros Mateo Morrison y Rafael Chaljub Mejía, quienes han sabido conjugar su dilatada participación política desde el campo popular, progresista y de izquierda, con una apasionada defensa de la cultura popular y nacional.

Y, por último, un buen deseo: Ojalá que la 4ta entrega de El Venturoso, iniciativa digna de ser emulada por todo el que se sienta comprometido con la “construcción del poder popular’’ y con la integración de los países y los pueblos de la Patria Grande, cuente con la participación de quienes aún no han sido receptivos a esa convocatoria y que juntos estamos desafiados a probar, como dice la canción de Enrique Feliz, que “¡SÍ SE PUEDE!”

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