Durante los días miércoles y jueves de la pasada semana, el Parlamento Centroamericano reunió en el teatro de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra a líderes políticos, académicos, funcionarios de alto nivel y ambientalistas de Centroamérica y el Caribe, con el objetivo de discutir aspectos importantes relativos al cambio climático, sus efectos en el medio ambiente, las sequías severas que afectan a toda nuestra región, los impactos de las sequías en la producción de alimentos, y la correcta gestión del agua para garantizar la seguridad alimentaria.

En la ceremonia de apertura, Hipólito Mejía, expresidente de la República Dominicana, presentó una exhaustiva radiografía de la realidad ambiental y agrícola local, donde la urgente necesidad de construcción de represas, a todo lo largo y ancho del país, pero muy especialmente en el este, representó el lado fuerte de su discurso, pues, Hipólito Mejía, en su condición de agrónomo, de ex secretario de agricultura, y de productor agrícola, sabe muy bien que el agua disponible para los sistemas de riego está cada día más escasa, y que se requieren urgentes políticas públicas en materia de correcta gestión del agua, y que esas políticas deben estar claramente definidas en una ley de aguas que descansa en el Congreso Nacional desde hace casi 2 décadas, sin que nuestras cámaras legislativas le den la importancia que amerita.

Daniel Brian Bayor, honorable embajador de Israel, nos recordó a todos que somos derrochadores de agua, pues cada día desperdiciamos más de la mitad del agua que recibimos, y que ese derroche es injusto e ilógico, pero al mismo tiempo hizo galas de que la moderna tecnología israelí ha permitido desarrollar sistemas para producir agua en zonas desérticas y en zonas de baja pluviometría, simplemente atrapando y condensando el vapor de agua contenido en el aire, para lo cual han construido pequeños equipos que pueden producir entre 900 y 2,500 litros de agua por día, equipos que representan una solución ideal para comunidades de baja pluviometría como la Línea Noroeste y la región suroeste, y estos condensadores, en nuestra opinión, terminarán siendo indispensables en todos los hogares, en las escuelas, en los hospitales y en las empresas.

Alfonso Alonzo, ministro de medio ambiente de Guatemala, habló detalladamente de la necesidad de multiplicar las plantas de tratamiento de aguas residuales para reducir la contaminación de los ríos; y de las biobardas o barreras móviles acuáticas que han sido introducidas por su ministerio como innovación en materia de retención de desechos plásticos que corren a lo largo de los ríos de la región, incluyendo a la República Dominicana donde ya hemos comenzado a utilizar biobardas para atrapar y reducir la cantidad de desechos sólidos flotantes que a través de nuestros ríos llegan al mar, garantizando así aguas superficiales menos contaminadas por desechos plásticos no biodegradables.

A nosotros, en nuestra condición de Asesor Científico del Poder Ejecutivo, se nos solicitó dictar una primera conferencia sobre resiliencia de los recursos naturales y su relación con el recurso agua en los países centroamericanos y caribeños, y una segunda conferencia sobre impactos del cambio climático en la producción agropecuaria en Centroamérica y el Caribe, donde hicimos referencia a los altos niveles de dióxido de carbono, de origen antropogénico, acumulados en nuestra atmósfera, los que son responsables de bloquear la salida de una parte de la diaria radiación solar, razón por la cual nuestro planeta se calienta tan aceleradamente que desde el año 2014 hasta el presente cada año ha marcado un récord de altas temperaturas nunca vistas en los últimos 140 años, y que esas altas temperaturas, que marcan la década más calurosa de los últimos milenios del planeta Tierra, son responsables de recientes olas de calor, de poderosos huracanes como Patricia, Matthew, Harvey, Irma, María, y ahora Dorian, y de largas y duras sequías que han estado afectando a la agricultura y a los acueductos de toda la región centroamericana y caribeña, y que consecuentemente son una amenaza para la seguridad alimentaria.

Demostramos que tanto los poderosos huracanes, como las largas sequías, son efectos directos del cambio climático, y que dentro de una correcta política pública en materia de gestión del agua se requiere construir muchas represas capaces de almacenar las aguas descargadas por las lluvias torrenciales de las tormentas y huracanes, para luego disponer de esa agua, de forma racional, para cubrir las demandas de agua en los períodos de largas sequía.

Agradecemos a los honorables diputados Irma Amaya, presidenta del Parlacen, y Claudio Marte, presidente de la Comisión Ambiental del Parlacen, la cortesía de convocarnos a formar parte de los paneles de expertos que tuvimos el honor de disertar dentro de este importantísimo evento regional con el cual el Parlamento Centroamericano demuestra su interés en el cambio climático, en el cuidado del medio ambiente, en los estudios sobre las sequías regionales y en la correcta gestión del agua, temas fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria regional.

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