¿Qué culpa tiene ella si un día fueron pareja y ya se cansó de ti, que eres pasado y ella tiene un futuro por delante? ¿Qué culpa tiene ella si no te encuentra gracia y desde hace tiempo no le atrae cómo piensas y actúas, o incluso cómo eres en la intimidad? ¿Qué culpa tiene ella si por tu conducta infantil ya no te considera el hombre que necesita para ser feliz? ¿Qué culpa tiene ella si no le inspiras seguridad y paz?

¿Qué culpa tiene ella de tener más fe en Dios que tú, de ser mejor ciudadana y más solidaria con el prójimo que tú? ¿Qué culpa tiene ella si te sientes “poquita cosa”, de tu inmadurez y de que no sepas lo que quieres en la vida? ¿Qué culpa tiene ella si la celas hasta con el gato y no permites que desarrolle sus cualidades como persona y como profesional? ¿Qué culpa tiene ella si es encantadora y tiene más amigos y amigas que tú?

¿Qué culpa tiene ella si tú la encuentras hermosa, pero crees que ella te considera feo, con tu torpe complejo de inferioridad? ¿Qué culpa tiene ella si quiere estar alegre, reír, compartir con otros y tú te incomodas por ello y te amargas la existencia? ¿Qué culpa tiene ella si es más optimista, tiene más metas y es más sana de cuerpo y alma que tú? ¿Qué culpa tiene ella si cuando ella está en la pista bailando todos la observan y cuando usa ese vestido con escote o el pantalón apretado muchos observan sus encantos y no soportas esas miradas de admiración?

¿Qué culpa tiene ella si es más educada, más culta y tiene mejores modales que tú? ¿Qué culpa tiene ella de tus fracasos, mediocridad y de tu soledad porque nadie te aguanta? ¿Qué culpa tiene ella de que no la valoras ni la respetas en su condición de mujer, el ser más sublime sobre la tierra? ¿Qué culpa tiene ella de que seas con tus hijos irresponsable y poco cariñoso?

Y me pregunto: ¿qué derecho tienes para ofender su dignidad, golpearla o asesinarla, estando o no juntos? ¿Qué culpa tiene ella? ¡Cobarde! Tú, que dices ser “hombre”, si piensas matar a tu compañera y luego suicidarte, te sugiero, aunque también sea triste y condenable, que inviertas la acción.

Perdonen la crudeza, pero los feminicidios me llegan al alma y como sociedad debemos hacer algo para que disminuyan sustancialmente. Y la responsabilidad es de todos, de ti, de mí, de la educación que recibimos en la familia y en las aulas, del gobierno, del Ministerio Público, de los jueces…

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