La vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, que durante un largo período salía favorita en las encuestas de cara a las elecciones presidenciales del año 2020, sólo superada por el actual presidente Danilo Medina y de su esposo el expresidente Leonel Fernández, de repente se ha convertido en la gran ausento del espectro político electoral del país.

Incluso, hubo momento en que a la misma Cedeño de Fernández se le presentó a la ciudadanía como una tercera vía ya que, a su juicio, el presidente Medina y el expresidente Fernández significaban “perder-perder” para el partido de la estrella amarilla y que había una tercera vía que sería ganar-ganar.

En esos momentos estaba encendido el debate sobre la importantísima candidatura que en el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se polarizó entre Fernández y Medina, aunque este último no podía aspirar a la Presidencia, pues estaba impedido por la vigésimo artículo transitorio de la Constitución de la República.

Para muchos analistas y parciales de los aspirantes presidenciales, sus declaraciones fueron marcadamente erróneas, pues de golpe y porrazo descalificaba a quienes podían en algún momento auparla en sus afanes, los cuales eran vistos extemporáneos por otros.

En realidad, parece que Cedeño de Fernández había diseñado una estrategia de ver cómo se podía “colar” entre los presidenciables y en ocasiones había dado declaraciones más sutiles a los medios, aunque apuntaban claramente a su ideal de ser la número uno en el Palacio Nacional.

Así, los medios impresos y digitales del 8 de abril del 2019 reseñaban sus palabras en la que afirmaba: “Los dominicanos quieren un cambio, pero un cambio radical, y eso solo lo da un rostro femenino, una mujer que ha demostrado con su trabajo, pulcritud, transparencia y honestidad cómo se debe trabajar en la República Dominicana”. Estas declaraciones se produjeron antes de participar en la XXXVIII Asamblea de Delegadas de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), cuyo eslogan era “Igualdad y Autonomía en el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres”.

Sus planteamientos tuvieron impacto en el país, pero no sorprendieron, pues se recuerda que para las elecciones generales del 2012 ella armó su aparato electoral precisamente cuando marcaba muy bien en las encuestas, incluso por encima del actual presidente Danilo Medina, preferido del Comité Político del PLD, que le dobló el pulso a la que era en ese momento Primera Dama.

Entonces, Cedeño de Fernández se dirigió a la nación explicando las razones que la empujaron a no continuar en sus aspiraciones y concluyó que fue “se sacrificó por su partido y el país”. Sin embargo, aceptó en diciembre de ese año acompañar al hoy presidente Medina como candidata a la Vicepresidencia, puesto que desempeña hasta este momento tras la reelección en 2016.

Encargada de las políticas sociales de Medina, además de su rango de Vicepresidente de la República, Cedeño de Fernández se convirtió en una “hormiguita trabajadora” impulsando ese importante capítulo del Gobierno, aunque muchos creían que desde ese despacho armaba su proyecto de cara a las elecciones del 2020.

Quizás siguiendo el guion establecido para estos fines, fue que el 11 de marzo de este año que dijo a la cadena televisora hispana Telemundo, que la abordó en los pasillos de la ONU, donde participó en una reunión del Consejo de Seguridad: “Siempre apelamos a que surjan nuevos liderazgos, y tal como él (Leonel Fernández) ha dicho, el PLD es una fábrica de presidentes futuros, y hay otras generaciones que también estamos esperando para asumir, sobre todo porque el papel de la mujer es un momento que tiene que dejarse fluir, que se desarrolle, y bueno, sería otra mirada a los problemas nacionales, a las situaciones globales, y creo que el país está ya listo para que pueda tener otros liderazgos y que pueda ser también una mujer quien gobierne el país”.

A la pregunta, usted podría ser la candidata de la presidencia de la República, y Cedeño respondió: “Eso dice el pueblo, eso dicen las encuestas”.

Al parecer, la Vicepresidente de la República pensaba que cada día estaba más cerca la concreción de sus planes y se empoderaba con más decisión de sus esfuerzos para alcanzar la meta.

Quizás por eso, el 7 de abril de este año enfatizó: “Ya yo pasé de ser primera dama. El ex presidente Leonel Fernández, mi esposo, si es la voluntad de Dios, del pueblo y del partido, llegara como presidente, yo llegaré a su lado, tendré el sombrero de primera dama, pero yo creo que va a ser un gran desperdicio volver a ser solo primera dama”.

Sus bonos parecían subir día a día y las posibilidades de acariciar la banda presidencial parece que entusiasmaban sobremanera.
Quizás ese sentimiento la hizo caer el ese yerro que bajó su temperatura cuando declaró el 4 de junio de este año que “las candidaturas de Danilo Medina y Leonel Fernández serían un “perder-perder para el país y hay una tercera vía que sería un ganar-ganar”.

El escenario escogido fue el acto de aniversario y conmemoración del Día Nacional de la Empresa Privada y el empresariado en el hotel El Embajador organizador por el Consejo Nacional de la Empresa Privada.

Para muchos de ahí para acá se le revirtieron las cosas y solo volvió a sonar como posible precandidata a la Presidencia de la República el 8 de agosto, cuando se rumoró que se inscribiría en la lista de aspirantes en la reunión del Comité Central.

Pero en ese importante cónclave partidario nadie la propuso.

¿Y los planes?

Hasta el día de hoy no se sabe de sus planes, aunque su esposo está inscrito como precandidato presidencial y se juega su presente y futuro en esta contienda en desarrollo. Su apoyo sería clave.

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