Existe en economía una realidad inescapable: las economías avanzadas experimentan ciclos económicos. Es decir, períodos más o menos prolongados de prosperidad son seguidos de caídas de la actividad económica, mas o menos pronunciadas. La Gran Recesión del 2008 probó ser particularmente dañina. La caída siguió a un período de fiebre especulativa y de endeudamiento irresponsable en el sector inmobiliario norteamericano.

Existe en economía una segunda realidad: las economías pequeñas y abiertas como la dominicana serán influenciadas por las crisis provocadas por un cambio de ciclo y la consecuente reducción de la actividad económica en la economía mundial.

Una tercera realidad es que la economía norte-americana tiene la capacidad de provocar y las herramientas para corregir las caídas en la actividad económica. Además, el dólar sigue siendo la más importante moneda de reserva y de refugio de la economía mundial. Esto quiere decir, que los déficits fiscales y de balanza de pago de los Estados Unidos proveen liquidez al comercio internacional, con la ventaja de que en momentos de incertidumbre, los títulos del tesoro norteamericano son demandados como refugio.

Analicemos dos situaciones diferentes. Cuando las economías maduras están al final de un ciclo se “sobre-calientan”, lo que se traduce en un brote inflacionario. La Reserva Federal norteamericana y los Bancos Centrales reaccionarán subiendo las tasas de interés a corto plazo. Dicha alza provocará una caída en el precio de los bonos soberanos dominicanos, un costo que pagarán los tenedores de bonos internacionales. Cierto, pero nos costará mas caro financiarnos y refinanciarnos lo que tendrá un impacto directo en el presupuesto del gobierno, reduciendo la inversión pública y los programas sociales. Ademas, siendo nuestra economía pequeña, tendremos que subir las tasas de interés, para evitar la venta de pesos para invertir en dólares.
Dicha subida afectará el presupuesto del gobierno pues deberá pagar mas caro la deuda pública doméstica y bajará la actividad económica, subiendo el desempleo y bajando las recaudaciones. Que seguirá: ¿una subida de impuestos?

De la crisis empeorar, la actividad económica bajará en las economías avanzadas, y la Reserva Federal y los Banco Centrales bajarán las tasas de interés, lo que nos podría representar un cierto alivio. Sin embargo, la caída del ingreso en el centro representará una caída de la demanda de nuestros bienes y servicios lo que tendrá un impacto directo en nuestras exportaciones y en las remesas, etc. Ademas los prestamistas se tornarán mucho mas cautos y podrían cuestionar nuestra capacidad de endeudarnos. Y ahí sí la cosa se pondrá dura.

En fin, nada ha cambiado en materia económica. Lo que mas conviene es un endeudamiento moderado y un uso prudente de esos recursos en inversiones que tengan una verdadera utilidad económica. sin despilfarro. La realidad es que ser moderados, prudentes y previsores resulta, en realidad, muy difícil.

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