La Sociedad es una de las primeras entidades culturales y humanísticas del país, y la más antigua de La Vega

La Sociedad la Progresista juega un papel preponderante en el desarrollo de La Vega, pues de esta centenaria institución han salido las principales iniciativas que propician el crecimiento, tanto social como intelectual de la provincia.

La iniciativa de un grupo de profesionales de la época de cambiar el fusil y la sangre por libros rindió sus frutos, pues además de procurar un desarrollo intelectual, los integrantes de la entidad se preocuparon por realizar obras que propiciaron su desarrollo, a falta de recursos de las autoridades, como el alumbrado, la primera escuela pública, el pavimento de sus calles, así como el primer teatro de la región, del cual solo quedan la estructura, a la espera de ser rescatado.

La entidad, que el primero de septiembre cumplirá sus 141 años de fundada, surgió en medio de la turbulencia política en que estaba inmerso el país en 1878, caracterizada por el derramamiento de sangre y demás problemas sociales, que esto acarreaba consigo, a iniciativas del abogado y periodista Pedro Bobea de Castro, quien se hizo acompañar de un connotado grupo de veganos que se identificaron con la causa. La sociedad nació con el objetivo de facilitar la difusión cultural, artística, filantrópica y humanística, principios que se mantienen hoy en día.

La primera directiva estuvo conformada por Bobea de Castro, presidente fundador; Lorenzo R. Gómez, tesorero; Ramón E. Espínola, censor; y Felipe A. Cartagena, secretario, según detalla Henry Santos Lora, actual presidente, que tiene una membresía de 30 personas.

“Si vemos la historia dominicana en la segunda parte del siglo 19, el país estaba lleno de muchas situaciones internas, sucedían muchas guerras clandestinas, muchos alzamientos, los gobiernos duraban meses, un año, el que más podía durar dos años, y cada uno de ellos participaban de esa guerra entre el pueblo dominicano, que dejó a la nación desolada y llena de luto los años posterior a la restauración”, explica Santos Lora. Indica, que ellos se proponían, según consta en el acta fundacional, cambiar el fusil por la pluma, por el lápiz y papel, ya que la juventud estaba cansada de tanta guerra y confrontaciones internas, derramamiento de sangre, y así tener un espacio, donde pudieran beber del conocimiento.

La Sociedad La Progresista tiene un fuerte componente patriótico, pues casi todos los fundadores eran masónicos, al igual que Juan Pablo Duarte y los trinitarios.

En sus inicios, la entidad operaba en la casa de Lorenzo R. Gómez, de ahí se traslada al lado del cuartel de los Bomberos, luego al ayuntamiento le interesaba el local de La Progresista para ampliar dicho cuartel e hizo una permuta por el terreno, donde aún permanece, en la calle Presidente Antonio Guzmán, frente al Parque Duarte. Allí fue construido un emblemático edificio, donde aún funciona, poseedor de una arquitectura republicana. En el edificio operaba la sociedad, una biblioteca y el primer teatro del Cibao, que era una réplica del Teatro la Opera de París, inspirado en ese modelo por Hermógenes García, ingeniero vegano graduado en Francia.

Aportes a la sociedad

La sociedad jugó un papel muy importante por casi 100 años, porque a la sazón los ayuntamientos no tenían recursos, estos 30 caballeros, todos profesionales o algunos con muchos recursos económicos, sostenían el ayuntamiento, según explica Henry Santos Lora, poniendo como ejemplo que realizaron el primer alumbrado público de La Vega.

“De aquí salieron muchas obras por ejemplo la primera escuela nocturna para varones, ellos mismos daban clases, la banda de músicos también la fundaron, en el 1882 el reloj antiguo de la Catedral también fue donado por ellos y muchas obras de filantropía, para época de Reyes donaba muchos juguetes”, expresa Santos Lora.

Una de las obras quizás más trascendentales de las realizadas por La Progresista, fue la construcción en el 1910 del primer teatro del Cibao, edificación que está justo al lado de la biblioteca, y hoy se encuentra en espera de recuperación física, pues de este, solo quedan en pie el cuadro vacío. Santos Lora narra que el teatro duró operando cerca de 110 años.

“Tenemos la estructura por fuera, es patrimonio cultural de La Vega y estamos a la espera de alguna entidad pública o privada que venga en rescate de este ícono, una edificación emblemática de la ciudad”, expresa el presidente de La Progresista, al tiempo de detallar que quieren rescatarlo porque la provincia necesita un teatro donde se pueden celebrar las grandes manifestaciones artísticas masivas, como conciertos, ballet, danza y otras, además que es un diseño arquitectónico emblemático.

Biblioteca, museo y salón de actos

Una biblioteca, un museo pictórico y salón de actos operan actualmente en la entidad. Henry Santos explica que la biblioteca abre sus puertas en horas de la mañana, y que en el horario tarde-noche está disponible para eventos, como conciertos, puesta en circulación de libros u obras de teatro. Allí van estudiantes y un público adulto muy selecto a escuchar.

El museo está dividido en tres áreas, la primera que resalta la parte institucional, lo que se preserva de la fundación como el acta e imágenes de los fundadores; una galería patriótica y el salón es el pabellón de los precursores del arte y de la cultura vegana.

En la parte institucional se puede ver a Pedro de Castro conjuntamente con Felipe Cartagena, Ramón Espínola y otros que participaban de la vida política, quienes deciden conjuntamente con 30 personalidades de La Vega fundar esta entidad, con un carácter primero filantrópico. En el museo también reposa el acta original de fundación de la entidad, mostrada por Henry Santos Lora.

El museo posee además La Galería Republicana, la cual, de acuerdo a lo explicado por el presidente, es la historia, contada por pintores, de la identidad nacional, mostrando como va evolucionando. A través de pinturas van mostrando hechos históricos como la Batalla de Palo Hincado, luego la Independencia Efímera, seguido del proceso de Independencia, la Batalla del 30 de Marzo, así como una recreación del 4 de marzo, cuando se izó por primera vez la bandera en el Cibao, un hecho que aconteció en La Vega.

“Contamos con una alegoría también de los veganos en la Batalla del 30 Marzo, el padre de la patria Juan Pablo Duarte, esta Benito Monción considerado vegano porque en ese entonces Villa Tapia pertenecía a La Vega, y fue la segunda espada de la República, y Gregorio Luperón el prócer de la restauración que también vivió en La Vega y fue gobernador de aquí, un camión usado desde la época napoleónica, el cual pasó todos los procesos bélicos de los tiempos de la Restauración y unas réplicas de las armas de fuego de la época”, detalla el presidente de La Progresista.

Otra área del museo es la que cuenta con imágenes de las primicias veganas como el Fuerte de la Concepción, el primer bautizo de América, la primera prédica de Derechos Humanos acontecidas en América en 1510 por Fray Pedro de Córdoba, la precursora al Sermón de Montesinos.

De la biblioteca original, que fuera la primera pública de La Vega, hoy día tienen muchos libros, técnicamente organizados. Está especializada en arte, historia y literatura. “No todos los libros pudieron salvarse, pero tenemos libros muy importantes que datan de 60 y 80 años, y por falta de recursos no podemos tener una política constante de adquisición de material bibliográfico”, expresa Santos.

En los salones de La Progresista se dan conferencias, talleres literarios, historia, ciencia, educación y presentaciones de libros. Además, se realizan conciertos y reconocimientos para estimular a la juventud que sigan esos ejemplos.

Falta presupuesto para programación

Santos Lora explica que las actividades la hacen con cierta frecuencia, pero no en base a un programa, porque no tienen recursos, pues no reciben ninguna subvención.

Explica que sí han tenido donaciones importantes, como la realizada por Fundación Corripio, un patrocinio del Ministerio de Cultura, con lo cual pudieron remozar la entidad y realizar las obras que dan vida al museo, organizar la biblioteca y terminar el salón de actividades. El Banco Popular, también colaboró con una donación para fortalecer sus estructuras, y por igual recibieron fondos mineros.

Cita como el mayor problema, el hecho que no tienen un ingreso para sostener un servicio permanente al público y someterse a una planificación de eventos. Otra necesidad es habilitar la segunda planta para las oficinas, y terminar el patio de la biblioteca, que está parado por falta de recursos.

Propósito
La sociedad nació con el objetivo de facilitar la difusión cultural, artística, filantrópica y humanística, principios que se mantienen hoy en día”.

Compromiso
La institución tiene un fuerte componente patriótico, pues casi todos los fundadores eran masónicos, al igual que Juan Pablo Duarte y los trinitarios”.

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