Alberto Bass en el Banco Central

El pasado 02 de julio se inauguró la muestra “Imágenes de la economía informal dominicana”, de la autoría del artista Alberto Bass ..

El pasado 02 de julio se inauguró la muestra “Imágenes de la economía informal dominicana”, de la autoría del artista Alberto Bass, teniendo como escenario los salones de exhibición del Museo Numismático y Filatélico del Banco Central.

El conjunto expositivo, muestra un aspecto a veces ignorado de la realidad dominicana, y que el maestro Bass edulcora en el lienzo, reflejando el esfuerzo de quien trabaja para sobrevivir, sin pensar en que existen ciertas garantías que se supone debe proveer el Estado. Sin embargo, dada la informalidad en que operan los protagonistas de las escenas que recrea, lo cierto es que no hay derecho a nada. Así las cosas, va transcurriendo el tiempo hasta que un buen día pone fin o le da continuidad a ese entorno plural y latente en el medio dominicano. El color se convierte en el móvil perfecto para transmutar las experiencias de Bass en los barrios periféricos, de donde fluyen los pregoneros, los conductores de carros públicos, el desabollador de pintura, el vendedor ambulante en su camioneta corroída, el limpia botas, así como el que vende los tapa bocinas -elemento muy característico en la producción del artista-.

La informalidad se centraliza en el universo de este creador, quien guarda la esperanza de que el colectivo que protagoniza sus cuadros alcance mejor suerte, pues resulta que los derechos se encuentran negados para aquellos que no forman parte de la institucionalidad. De igual modo, se percibe un escape en el sistema, ya que, en vista de que no hay un registro de quienes operan en la informalidad, el Estado no solo no logra contabilizar el dinero que mueve este sector de la economía, sino que, además, el fisco no logra recaudar impuestos por esa vía. Con el tiempo, este fenómeno que Alberto Bass nos lega en imágenes para la memoria histórica, se convierte en una fuente de estudio sociológico que, a su vez, es un modelo identitario de la cultura nacional. Esto así, porque el solo hecho de ser sujetos receptores de cualesquiera de las piezas exhibidas, nos hace sentirnos identificados y confirmar aspectos del día a día a nuestro alrededor.

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