Desde el año 2004 es la vicepresidente ejecutiva de la Asociación de Industrias de RD

Para Circe Almánzar Melgen la integridad es el valor más importante en la vida. Agradece a sus padres que siempre fueron muy abiertos de visión, de mente, de integración de la sociedad, diferente a las culturas tradicionales, pues le enseñaron lo que era el derecho de la mujer, a comportare con igualdad de condiciones frente al hombre, a hacer lo que pensaba y a no doblegarse ante lo que creía que era injusto.

La dirigente empresarial, quien en la actualidad es la vicepresidente ejecutiva de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), expresa que su mayor satisfacción fue haber trabajado en la reforma a la Ley de Proindustria, cuyo proyecto “lo trabajé personalmente, con la ayuda de técnicos y consultores. Me siento muy satisfecha con ese aporte que le hice al sector industrial”.

1. Núcleo familiar
Mi padre, Armando Almánzar, fallecido, era una persona dedicada a la literatura, a la cultura, un hombre íntegro, me enseñó muchos valores, a que la integridad es el valor más importante de la vida, a hacer lo que pensaba, a no doblegarme ante lo que creía que era justo. Mi madre, Emilia Melgen, hija de inmigrantes libaneses, la persona que más admiro, una mujer con una sensibilidad humana, social y política impresionante. Fue una las fundadoras del PLD, pero se retiró como a los diez años de estar en ese partido, incluso fue candidata a senadora por Neiba, el lugar donde su familia se radicó cuando vino al país. Tengo dos hermanos de padre y uno de madre, porque mis padres se divorciaron, cada uno se casó de nuevo”.

2. Divorcio de sus padres
Mis padres se divorciaron cuando tenía 12 años, en ese entonces, los divorcios no eran tan normales, de hecho no tenía amigos de familias separadas. A raíz del divorcio, en cierta forma la familia de mi madre, que era muy tradicional, se alejó de ella. Una vez, estaba de visita donde mi abuela materna, ella junto a mis tías eran las patriarcas de la familia, mi abuelo había fallecido, querían que le dijera a mi madre que no iba a volver con ella hasta que no se arreglara con mi padre, le contesté que tenían que respetar su decisión, que si ella no quería estar con él no podían obligarla, que yo no era quien para decidir entre ellos. Ese fue un momento que marcó mucho mi vida, de ser una familia muy cercana, que pasábamos los veranos y las navidades juntos, empezamos a separarnos. Cuando mis padres se divorciaron, los días de semana nos quedábamos donde mi papá, teníamos más facilidades para el transporte, nos llevaba y nos buscaba al colegio, los fines de semana nos quedábamos con mamá.
Después de cuatro años del divorcio nos mudamos con mi madre, mi papá se casó, mi madre también con su actual esposo. Fuimos una familia con muy buenas relaciones, a pesar del divorcio de mis padres”.

3. Artista
De pequeña era muy destacada, hice muchos anuncios comerciales, uno de ellos fue de Malta Morena junto a Sebastián Degaudenzi; hice uno de Pepsi, de Leche Condensada Nestlé, cuando se vendían los Triangulitos de Nestlé, de las Toallas Sanitarias Alweys, recuerdo que me relajaban muchísimo por ese anuncio, también fui el rostro exclusivo de Maybelline. Me presenté por muchos años, martes y jueves en Casa de Teatro, estaba con Freddy Ginebra y su hermano Pochi, que era director de la escuela; Teófilo Ferreira era mi profesor, luego pasé al Teatro Nacional con doña Maricusa. Tenía un programa en Radio Televisión Dominicana con Conani y Unicef, ganaba 80 pesos mensuales, me sentía millonaria, con ese dinero le hacía regalos a mi niñera, a sus hijos, a todos en mi familia. A los 10 años hice el guión de una obra de a teatro sobre los derechos de la mujer, escribía poesías, todo lo que hacía lo escribía en un diario, mi hermano mayor, Addy lo cogía para leerlo, le contaba a mami todo lo que tenía escrito. Mi historia era transparente, mi familia conocía todos de mi vida”.

4. Gratos recuerdos
Cuando niña me chupaba uno de los dedos pulgar, mi papá iba todas las noches a mi habitación, me abrazaba, me daba besitos, me decía Bolita, porque era fuertecita. Una noche me dijo que no me iba a dar más besitos, porque mi dedo olía muy mal. Eso fue mortal para mí, al otro día le dije que nunca más me volvería a chupar el dedo. Recuerdo que mis padres nos dejaban reyes en Navidad y para reyes, lo dejaban encima de la cama, había una muñeca que se llama Baby Alive, acababa de salir al mercado, cuando me la pusieron al lado, esperé que salieran de la habitación, me pasé toda la noche jugando con ella. Al otro dia la envolví de nuevo, ellos nunca se dieron cuenta de eso”.

5. Estudios universitarios
De pequeña siempre decía que iba a ser abogada, también actriz, pero tenía mucho temor que la gente me descalificara por ser bonita, atractiva, normalmente cuando se está en artistaje hay percepción, salvo ciertas excepciones, de que eres una persona vacía, que no tienes formación ni preparación, tenía miedo que me fueran a descalificar como profesional. Entonces me inscribí a estudiar derecho en UNIBE, me encantó mi carrera, si sacaba una nota de menos de 97 me sentía mal, me dediqué en cuerpo alma a los estudios. Me gradué en 1991 de Doctora en Derecho con los más altos honores”.

6. ANJE
En la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), ocupé la posición de directora ejecutiva, tenía 23 años, el presidente era Juan Bancalari, nos hicimos muy amigos. Allí duré 12 años, pasé por doce presidentes, entre ellos Maribel Gassó, José Luis de Ramón, Eduardo Grullón, Fernando Armenteros, Ignacio Guerra, Ligia Bonetti, Marisol Vicens, José García, nos hicimos muy amigos, aprendí mucho de las capacidades de cada uno de ellos, me fui perfeccionando, buscando como posicionar la institución. De hecho, ANJE logró un posicionamiento impresionante en la sociedad, se convirtió en una de las entidades que participaba en los diálogos políticos junto con el Conep”.

7. AIRD
A finales de 2004 fui contratada como vicepresidente ejecutiva de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), todavía trabajaba en ANJE, duré un año en transición, prestado mis servicios en ambos organismos. Cuando llegué a la AIRD, básicamente me encontré con el mismo grupo que había trabajado en ANJE, teníamos el reto de fortalecer el sector industrial, la torre de la asociación estaba vacía, estaba todo rezagado. Lo primero que hicimos fue sanear las finanzas, a los socios, hicimos que las cuotas se cobraran de verdad, buscamos como adecuarlas. En ese entonces empezaba el tema del DR Cafta y todas las reformas que se tenían que hacer para adecuar el sector industrial frente a los retos de la apertura comercial y de la competencia internacional”.

8. Fallecimiento de su esposo
Mi esposo Leoncio Crespo falleció hace cuatro años, era un hombre extraordinario. Ese día habíamos llegado a Casa de Campo, La Romana para pasar el 14 de febrero solos. En el camino estaba contentísimo, había cerrado un negocio, había comprado picaderas y unos tragos, veníamos tomando todo el camino. Cuando llegamos a la casa, me dijo que se sentía mal, le dije que tal vez era porque no había comido, que tal vez fueron los tragos, le pregunté si quería que le preparara algo de comer, me dijo que no, entonces nos dormimos. Al otro día, seguía sintiéndose mal, le dije que le iba a preparar un café, en Casa de Campo la cocina queda arriba, las habitaciones abajo, cuando baje con el café lo encontré desmayado, empecé a gritar, unos jardineros me ayudaron, llamamos la ambulancia, lo llevaron al hospital del Central Romana, estaba desesperada, los paramédicos no me dejaron ir en la ambulancia, creo que se dieron cuenta que estaba muerto, me fui en mi carro, pero no recuerdo si fue el jardinero que manejó. Llamé a mi mamá, tenía miedo que mis hijos se enteraran, mis amigos llegaron al hospital, recibí mucho apoyo y muestras de cariño de mi familia, de mis amigos, de mucha gente. Por más que uno quiera ser fuerte son episodios difíciles. Gracias a Dios he salido a flote, mis hijos Vera Lucía, Diego y Rodrigo Leoncio me dieron mucho apoyo, son muchachos que nunca me han dado problemas”.

9. Mayor satisfacción
He participado en casi todas las reformas importantes del país, una de ellas fue en 1994 fue cuando el Diálogo por la Democracia, donde se acordó reformar la Constitución para acortar el período presidencial de Balaguer. Participé en la Reforma del Poder Judicial en 1997, en todas las cumbres que se inventó Leonel cuando ganó 1996-2000, en la del Código de Trabajado, de Seguridad Social, entre muchas otras. Pero mi mayor satisfacción es haber trabajado en la reforma a la Ley de Pro Industria, sin embargo la institución como tal no ha estado a la altura de lo que esperábamos. Ese proyecto lo trabajé personalmente, con la ayuda de técnicos y consultores. Me siento muy satisfecha con ese aporte que le hice al sector industrial, había muchos conflictos internos, se vivían matando los roneros con los cerveceros, los varilleros con los otros del sector, había un fuerte conflicto interno, había mucha competencia”.

10. Actual pareja
Después de 4 años viuda y soltera, uno se pone más complicado, sobre todo una mujer que hace opinión pública, los hombres temen acercarse. Siempre me decían que me buscara una pareja, que los hijos se van y uno se queda solo. Un buen día decidí cambiar, empecé a salir a divertirme, me reencontré con un enamorado de mi adolescencia, Carlos Troncoso, a quien había conocido en un viaje que hice a la playa con unos amigos y amigas mayores que yo. Aunque él me había dicho que le gustaba, nunca tuvimos nada, nos hicimos amigos. Ahora nos encontramos, su hermana Claudia Troncoso, amiga de mi comadre Elka Scheker me dijo que su hermano estaba divorciado, que siempre estuvo enamorado de mí, que por qué no nos juntábamos, no le contesté. Un día Carlos me envió una solicitud por Instagram, lo acepté, me empezó a escribir, empezamos a salir, fue una empatía de inmediato. Llevamos más de un año de relación”.

Grupo de amigas

Éramos un grupo de amigas vinculadas en el sector empresarial gremial, Elena Villeya, Marisol Vicens, Ligia Bonetti, Yandra Portela, Maitte Fernández y yo, andábamos junta para arriba y para bajo, los hombres decían que cuando nos juntábamos podíamos acabar con el mundo, nos tenían miedo cada vez que estábamos juntas. En realidad era así, porque teníamos posiciones muy beligerantes, muy fuertes, participamos prácticamente en casi todas las reformas, que se han hecho en el país. En la reforma del Código de Trabajo avanzamos muchísimo, hasta que se trancó con el tema de la cesantía, sabíamos que se iba a trancar, porque eso nada más se va a poder reformar cuando el gobierno asuma con voluntad política una reforma, los trabajadores no se van a clavar el cuchillo ellos mismos, no van a ceder así. Aunque las últimas propuestas que se hicieron, eran más tendente a favorables que ahora para los trabajadores, hay muchos que no llegarán a cobrar cesantía, éste era un fondo que uno podía acumular, que te daba paz y garantía de tener esos recursos, porque lo tenías depositados en algún sitio.

Opinión
A pesar de que era una niña muy vanidosa y extrovertida, también tenía una creencia firme de que tenía el mismo derecho de hacer lo mismo que mis hermanos”.

Enseñanza
Mis padres eran muy abiertos de visión, de mente, de integración de la sociedad diferente a las culturas tradicionales, me enseñaron lo que era el derecho de la mujer”.

Orgullo
Mi mayor satisfacción es haber trabajado en la reforma a la Ley de Pro Industria, sin embargo, la institución no ha estado a la altura de lo que esperábamos”.

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