El Congreso Nacional estuvo ayer en calma luego de la tensión del pasado miércoles ante los aprestos reeleccionistas y la gigantesca manifestación del expresidente Leonel Fernández en contra de una posible modificación constitucional.
Los pasillos del Palacio Congresual estuvieron desiertos, pues la mayoría de los diputados y senadores ya se marcharon hacia sus comunidades ante la ausencia de convocatoria a sesionar.
El Senado puso en agenda los trabajos para el próximo martes y en la Cámara de Diputados su presidente, Radhamés Camacho dijo que informaría la fecha del próximo encuentro.
La actual legislatura cierra el próximo viernes 26 de julio.
En las afueras, permanecieron las vallas antimotines que impiden el acceso peatonal y vehicular por la entrada principal de la sede del Poder Legislativo. La presencia policial estuvo reducida y se retiraron los camiones que transportan las patrullas.
La Coalición en Defensa de la Constitución, que desde hace dos semanas recoge firmas en contra de la modificación a la Carta Magna, se movió desde la acera del Palacio Municipal hasta el frente del edificio del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
Desde el pasado 23 de junio el perímetro congresual ha estado custodiado por militares y policías, luego de que los presidentes de ambas cámaras, Reinaldo Pared Pérez y Radhamés Camacho lo ordenaran ante informes de que el Congreso iba a ser tomado.
Pese a ello, las manifestaciones no han cedido. Grupos motorizados, grupos populares, sindicales, artistas plásticos, intelectuales, así como instituciones de la sociedad civil se han ido sumando a las protestas.
El miércoles se esperan protestas
Los grupos sociales y federaciones de motoristas,ya anunciaron que irán este miércoles frente a la sede del Poder Legislativo, como vienen haciendo hace más de un mes.
