San Juan.- Puerto Rico vive este jueves la resaca de una manifestación histórica en la que se exigió la dimisión del gobernador, Ricardo Rosselló, tras el escándalo desatado por la publicación de un chat con burlas e insultos a todo tipo de personas.
Colectivos sociales, sindicatos y artistas pedían la dimisión de Rosselló por estar incluido en un chat en el que se insulta a mujeres, personas del colectivo LGBT y compañeros de partido, entre muchos otros, además de organizar estrategias contra críticos al Ejecutivo del Partido Nuevo Progresista (PNP).
Rosselló, de 40 años e hijo del también gobernador Pedro Rosselló (1993-2000), llega a llamar puta a la exconcejal de Nueva York Melissa Mark Viverito, mientras que de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, dice: «La comandanta dejo de tomar sus medicamentos? Es eso o es tremenda HP».
La lista de insultos, burlas y alusiones a personas a las que hay que controlar o alejar de su cargos se extiende a lo largo de casi 900 páginas de un chat de la aplicación de mensajería Telegram, en las que no se escapa el cantante puertorriqueño Ricky Martin, de quien el responsable de las finanzas del Gobierno, Christian Sobrino, dice que «es tan machista que se folla hombres pq las mujeres no dan la talla. Puro patriarcado».
La indignación, que ha ido creciendo desde que se filtrara el chat el pasado sábado, culminó este miércoles con una manifestación que muchos dicen ha sido una de las más multitudinarias de la historia de Puerto Rico, que habría congregado a cientos de miles de personas del poco más de 3 millones que viven en la isla.
La manifestación, a la que asistieron figuras como los cantantes Bad Bunny o Ricky Martin y el actor Benicio del Toro, se mantuvo en la normalidad hasta cerca de la medianoche, cuando la Policía lanzó gases lacrimógenos contra los manifestante -tras aguantar el lanzamiento de objetos durante horas- dando lugar a una auténtica batalla campal en el casco histórico de la capital.
Rosselló respondió a los graves incidentes de la noche del miércoles al señalar hoy jueves a través de un comunicado que tiene el compromiso, más fuerte que nunca, de llevar a cabo la política pública de su Gobierno y que cree firmemente en que es posible restaurar la confianza de la población.
El presidente del Colegio de Abogados de Puerto Rico, Edgardo Román, señaló a Efe que la isla, un Estado Libre Asociado a Estados Unidos con cierto grado de autonomía, sufre una crisis institucional sin precedentes derivada, además de por el chat, entre otras razones, por la percepción de la ciudadanía de que Rosselló ha gestionado mal los problemas del país.
Román sostuvo que la petición de destitución de Rosselló aglutina a amplios colectivos sociales y que la manifestación del miércoles «fue una de las más grandes en la historia de Puerto Rico».
«Si el gobernador asume su rol de hombre de Estado deberá renunciar», indicó.
En cuanto a la posibilidad de que la Cámara de Representantes ponga en marcha un proceso para la destitución del gobernador -tal y como establece la Constitución local, en determinadas circunstancias-, Román aclaró que la institución que preside en breve se pronunciará, pero que el análisis en marcha por juristas deja entrever que se cumplen los requisitos para iniciar el proceso.
El analista político Luis Pavón dijo a Efe que, en su opinión, el gobernador «está enajenado de la realidad» y se encuentra «rodeado de un círculo íntimo que se aferra al poder».
«Tienen una estrategia en la que creen que lo de ayer -la manifestación del miércoles- fue el pico», indicó Pavón, para quien hay que recordar que el famoso chat no se ha publicado en su totalidad, por lo que nuevos capítulos pueden llegar.
El analista subrayó además sobre la razón del porqué el gobernador no renuncia, ya que estando en el poder es más factible defenderse de acusaciones de corrupción, una estrategia que está provocando, dijo, la destrucción económica de la isla.
Paralelo al escándalo del chat, hay una investigación de autoridades federales estadounidense que supuso hace dos semanas la detención de exfuncionarios y contratistas por su posible implicación en una trama de corrupción de contratos gubernamentales.
La crisis de Puerto Rico ha sobrepasado sus fronteras y el presidente de EE.UU., Donald Trump, arremetió este jueves contra los líderes «corruptos» de la isla y les acusó de «robar todo lo que pueden» a su Gobierno.
La presión contra Rosselló sigue y para mañana se convocó una manifestación de sindicatos para pedir la dimisión del gobernador.
La inestabilidad política que sufre la isla se une a una crisis económica que empezó en 2008 de la que no se ha recuperado y a la devastación provocada por los huracanes de septiembre de 2017 que dejaron miles de muertos.
