El país es primero

Cada cierto tiempo, sobre todo, en la cercanía de los procesos electorales, la lucha por la llamada “Sillas del Alfileres” y el resto de las posiciones electivas ..

Cada cierto tiempo, sobre todo, en la cercanía de los procesos electorales, la lucha por la llamada “Sillas del Alfileres” y el resto de las posiciones electivas, ponen al país al salto de la purga y la incertidumbre encuentra un nuevo nido.

El deseo de controlar las acciones del Estado se convierte en cruenta lucha con una secuela de daños incalculables para el país, sobre todo, para las personas que ponen toda esperanza en los gobernantes y en su preocupación porque les resuelvan los problemas elementales que afrontan.

Todo el dinero que gastan en la compra de votos y de intenciones de quienes detentan el poder, se ha convertido en un canal de escape de los recursos que deben emplearse para mejorar las condiciones de agencias oficiales, calles, avenidas, escuelas, carreteras, incentivo agropecuario, agua, electricidad y seguridad ciudadana.

El ciudadano común, paga los impuestos y sacrifica todo para cumplir con sus obligaciones impositivas, si no es un beneficiario aventajado del Gobierno, siempre expresa su preocupación por el mal uso de las riquezas de la nación.

Otra vez estamos ante el espectáculo de quienes quieren quedarse, quieren llegar o aspiran al manejo de la cosa pública y la lucha no tiene cuartel. Ojalá que al final esto no se traduzca en lamentable tragedia para la democracia y el porvenir de la nación.

Los políticos deben aprender a ponerse de acuerdo y a dirimir sus diferencias sin que el resto de la población pague por los platos rotos, propiciando diálogos abiertos, disminuyendo la lujuria política y pensando más en el país, que está por encima de ellos y de cada dominicano en particular.

La Constitución es nuestro instrumento democrático sustantivo y sobre ella debemos colocar los sombreros, frenar las ambiciones y colocar los mejores deseos de hacer cada vez más grandes y sólida la democracia. Señores políticos pónganse de acuerdo sobre lo que quieren y no hagan más daño a este sufrido país. ¡Escuchan!

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