Aunque parezca contradictorio las comidas calientes, como los caldos, son los más recomendadas

Cuando las temperaturas suben, la mayoría de los dominicanos tiene como creencia popular que se deben evitar los caldos y consumir bebidas muy frías para lograr refrescarse. Sin embargo, lejos de eso, la nutricionista Leida Pérez cuenta de que en tiempo de calor lo mejor es ingerir bebidas a temperatura y caldos ligeros como sopas y evitar aquellas comidas muy condimentadas y grasosas. Al leer esta información, quizás seas de los lectores que estén con la “boca abierta”, pero aquí te demostramos el porqué esto es así. Pérez explica que el consumo de bebidas frías hace que el cuerpo tenga que trabajar más hasta llevarlas a la temperatura corporal, lo que supone que tenga que hacer un esfuerzo que no siempre es positivo, debido a que se producirá mayor sensación de calor después.

“Es una costumbre muy dominicana beber las cosas extremadamente frías. Es una percepción en las papilas gustativas de que algo bien frío nos va a refrescar, no obstante, internamente no es así”, dice la nutricionista.

¡Las bebidas calientes refrescan más!

Por otro lado, las bebidas calientes en verano suelen provocar rechazo, porque no apetecen dada la temperatura ambiental. Por tanto, se acaba tomando menos cantidad del líquido del que sería necesario. “A horas de mucho calor, como el mediodía, se recomienda tomar sopas, caldos ligeros, verduras, porciones pequeñas de carne o carbohidratos, compensando de esa manera que no suba la temperatura corporal. Cuando consumes una bebida caliente, el cuerpo empieza a sudar, lo que contribuye a refrescar el organismo”, asegura Pérez.

Asimismo, indica que consumir líquidos a temperatura ambiente, se eviten alteraciones en el organismo.

Hidratación

En cuanto a la hidratación, Pérez manifiesta que el consumo de agua de una persona que trabaja en una oficina bajo aire no es el mismo que el de una persona que corre o trabaja bajo el sol. “Esta última debe agregar a su dieta electrolitos, porque pierde sales a través del sudor y se deshidrata más rápido. Los minerales que están en la sangre se sudan, por lo que se pierde sodio y potasio, y eso hace que las personas se sientan deshidratadas y aunque beban agua no reponen esos minerales, sino que debe de compensarlo con las comidas”, comenta.

Sobre las personas que se ejercitan, la nutricionista dice que la mejor hora para hacerlo son los extremos del día; antes de las 8:00 de la mañana y después 5:00 de la tarde, porque son las horas más frescas.

Leida Pérez, nutricionista.

Consecuencias

Según Pérez, las consecuencias pueden ir de lo sencillo a lo complejo. “Puede ser tan sencillo como deshidratar su piel; se convierte en seca, pierde la capa lipídica que la protege favoreciendo infecciones.

De igual forma, deshidratarse al extremo tiene un efecto envejecedor. Mientras que por dentro puede afectar órganos esenciales como el riñon.

“Hay personas que una deshidratación extrema, pueden hacer una falla renal que puede ser reversible y podría ser que no”, puntualiza la especialista a elCaribe.

Termogénesis
El efecto de termogénesis de los alimentos hace referencia a la cantidad de calor que genera el organismo para digerir los alimentos, así que, según Pérez mientras más complejos son los nutrientes más esfuerzo tiene que hacer el organismo en la digestión.

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