¿Y si no se hubiese reforzado la seguridad en el Congreso?

Es evidente que hay un amargo sabor por el desbordamiento de las pasiones, fruto del enfrentamiento de los bloques legislativos que están en pugna dentro del congreso nacional.

Es evidente que hay un amargo sabor por el desbordamiento de las pasiones, fruto del enfrentamiento de los bloques legislativos que están en pugna dentro del congreso nacional.

En la génesis de la confrontación figuran las intenciones de someter el proyecto de reforma a la constitución, para eliminar el artículo transitorio que impide al presidente Danilo Medina volver a presentarse como candidato en las elecciones del 2020, y el malestar principal lo constituye el hecho de la presencia de militares y policías reforzando la seguridad en el perímetro del palacio del congreso nacional.

Ahora bien, independientemente de las consideraciones políticas sobre las posiciones a favor y en contra sobre el tema de la reforma y la reelección del presidente, analicemos objetivamente la pregunta cuyo título motiva esta publicación: ¿y si no se hubiese reforzado la seguridad en el congreso? y ahí mismo podemos agregar una nueva interrogante ¿qué habría pasado?

Imaginemos por un minuto, nuestro congreso nacional ocupado por anarquistas disfrazados de defensores de la constitución; imaginemos el hemiciclo de la cámara de diputados, ocupado por ”jóvenes constitucionalistas” amarrados con cadenas en las sillas de los legisladores y legisladoras, impidiendo que se convoque a sesión o motivando a las autoridades a provocar su retiro de manera violenta; imaginemos a personas imitando una crucifixión dentro del congreso o en huelga de hambre, entre otras iniciativas similares.

Crease o no, esos eran los planes y las intenciones de algunos sectores cuya tarifa ya había sido cotizada para ser pagada y patrocinada por seguidores del ex presidente Leonel Fernández y también del aspirante a candidato presidencial del PRM, Luis Abinader.

Gobernar conlleva la responsabilidad de tomar decisiones que algunas veces no son simpáticas, pero sí necesarias, sobre todo cuando se presentan amenazas de alterar el orden público y presentar una turba para imponer la anarquía en nuestro congreso nacional disfrazada de defensa a la carta magna.

La situación fue salvada por la oportuna, decidida y responsable intervención de los presidentes de ambas cámaras legislativas, en coordinación con el ministerio de defensa y la Policía Nacional.

De todos modos, hay que felicitar a los opositores del presidente Medina, porque pareciera que sus ideas sirvieron de inspiración al otro lado del planeta, donde fueron imitadas con éxito, ya que lograron su objetivo y ocuparon el congreso, interrumpieron sus labores y anarquizaron la situación, pero en Hong Kong, no aquí.

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