El Gatopardo

Se encuentra en youtube con ese título doblado al español. ¿Por qué citar ahora este filme del 1963? Aunque no es un filme netamente

Se encuentra en youtube con ese título doblado al español. ¿Por qué citar ahora este filme del 1963? Aunque no es un filme netamente político, representa la visión de un marxista (no ortodoxo). Luchino Visconti mira con imparcialidad y sin maniqueísmos el retrato de la oligarquía aristócrata de un país (como Italia) de larga tradición imperial. La historia se desarrolla en la Sicilia de 1860. Con el desembarco del ejército garibaldiano, el príncipe Salina (Burt Lancaster) ve que llegó el final de una Era. Acepta el matrimonio de su sobrino Tancred, reuniéndose con nuevas ideas, con la hija del rico alcalde de Donafugata cuya fortuna nace de la “acumulación originaria”. El filme es adaptado de la novela homónima de Guiseppe di Lampedusa sobre un aristócrata siciliano que vivió durante el Risorgimento (la unificación italiana), pues bien, en su narrativa busca reflexionar sobre lo antiguo contra lo nuevo, y apunta que los mejores valores del pasado eran al menos iguales y, a veces, superiores a lo que califica como pseudo revolucionario. Fijando esta concepción, Visconti concluye con el contrapunto de dos escenas en la que se afirman sus dominios visuales, sus disquisiciones filosóficas y madures intelectual: después de la brillante secuencia del baile vemos a un solitario Salinas por un lado y por el otro lado va en coche la nueva oligarquía; simbólica escena final de la vieja aristocracia que se pierde por un callejón al son de campanadas fúnebres. El Leopardo acepta que el antiguo orden finiquitó y que el poder ha pasado a las nuevas riquezas. La clase media entra en la historia. La clase mercantil, la burguesía se convierte en el grupo dominante en el nuevo orden. El cambio social se combina con el cambio individual y se reviven las antiguas tradiciones aristocráticas. La monarquía da paso a la democracia burguesa, y esto lo vemos cuando el príncipe Salina casa a su sobrino Tancredi (Alain Delon) con la hija de Don Calogero, el comerciante más importante de Sicilia, Angélica (Claudia Cardinale). El cambio social se combina con el cambio individual y se reviven las antiguas tradiciones aristocráticas. Se ha hecho célebre la advocación “gatopardismo” con su sentencia: “si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie”, y que hoy AMLO aborrece y contraria en los hechos, como señal de política opuesta a la anti política. La narrativa elegida se monta en el neorrealismo italiano pero con una estructura formal y pitadas melodramáticas apropiadas.

HHHHH Género: Drama histórico. Duración: 177 minutos

Posted in Crítica Cine

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