Miles de viajeros mueren cada año en tierras extranjeras por diversas causas, no siempre naturales. Pero los países donde esas muertes ocurren no han sido víctimas de campañas como ha ocurrido con este país debido a varias defunciones de turistas en hoteles sin que exista alguna suerte de relación entre ellas. A pesar de partes médicos indicando que varios de esos hechos se han debido a problemas de salud, medios importantes, especialmente de Estados Unidos, insisten en que se trata de “muertes misteriosas” que hacen de República Dominicana un lugar inseguro para el turista.

Lo trágico es que medios y figuras locales influyentes endosen esa afirmación, tal vez alentados por la falsa creencia de que la desestabilización de la economía, por efecto de una caída del turismo, pueda traer consigo algún activo político. La verdad, sin embargo, es que pocos países son tan seguros para el turista y el visitante extranjero como la República Dominicana, primer destino turístico regional, visitado por más de 42 millones de turistas en los últimos siete años.

El 11 de septiembre del 2001, más de 3,000 estadounidenses murieron por el ataque a las torres gemelas. En Orlando, alguien disparó en un club de homosexuales matando a turistas. Un atentado en la estación del tren de Madrid provocó más de 200 muertos y terroristas dispararon contra una multitud en París asesinando a numerosos turistas e igual sucedió en El Cairo, sin que en ninguno de esos y otros muchos casos conocidos se iniciara una campaña contra esos países.

Podrían citarse muchos otros ejemplos sugiriendo la existencia de una campaña maliciosa contra el país y su pujante industria turística, cuyo eco local supondría la estupidez de creer que el daño al turismo dominicano solo afectaría a los inversionistas, cuando la verdad es que su impacto económico sería similar al de muchos huracanes a la vez.

Posted in La columna de Miguel Guerrero

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas