La madrugada de ayer, en Nueva York, se registró un nocaut fulminante y rápido de parte del estelar boxeador de los pesos completos, el estadounidense Deontay Wilder, sobre su paisano Dominic Breazeale.

El desigual pleito tuvo como escenario el coliseo Barclays Center en el condado de Brooklyn. La esperada pelea, por la disputa del campeonato pesado avalado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y que fue captado por este periodista a través de la Internet (no pudo ser vista por ninguno de los canales con base en Estados Unidos que por tradición se difunden para países de América Latina), apenas duró dos minutos y 17 segundos, menos de un asalto. Wilder, quien hizo -en positivo- la novena defensa de su cinturón cemebeísta, conectó un potente recto que llegó limpio al rostro de Breazeale y fue suficiente para dar por finalizada la reyerta.

Antes del definitorio golpe del monarca, el retador logró encajar algunos puños y parecía que iba a ser una pelea larga y con apariencia de ser “reñida”. Wilder, con una reacción relampagueante, impactó la anatomía de su rival hasta que llegó el puño a la cara que definió el combate. Ese último golpe ocasionó que Breazeale fuera a la lona y recibiera el conteo de diez segundos del árbitro. ¡Y ahí terminó todo! Con su nuevo triunfo, Wilder mejoró su foja de invicto a 41-0-1 con 40 nocauts.

En su anterior pelea (que fue violenta de principio a fin) y que protagonizó con el británico Tyson Fury, el resultado fue empate.
Breazeale sufrió su segundo fracaso y ahora su expediente profesional es de 20-2 con 18 victorias por nocaut. Se resalta que Wilder, con esta novena positiva defensa, logró empatar con otros destacados púgiles de la división de los monarcas de los pesos completos como son los casos de Muhammad Alí, Mike Tyson y Lennox Lewis.

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