PDVSA es la empresa más importante en el tablero geopolítico del Caribe. De ahí que la administración de Trump esté enfocada en sancionarla. Y es que PDVSA no solo representa el 96% de los ingresos de divisas de Venezuela, sino que está en el centro de sus relaciones con Cuba, China y Rusia. Sin embargo, hay poca información sobre la situación de la petrolera venezolana.
Empero, las recientes declaraciones del mayor general Manuel Quevedo, su nuevo responsable, describen la gravedad de la situación, pues ha culpado a las “mafias” por la falta de inversión y el deterioro de la empresa, que ha llevado a dos ex-presidentes y a decenas de ejecutivos a la carcel. Pero dichas medidas no bastan para resolver la crisis de una empresa, cuya producción diaria ha bajado de 3.2 millones de barriles en el 2008, hasta alrededor de 1.5 millones. Algunos analistas se preguntan cuantos de estos barriles generan dinero líquido para pagar los alimentos, medicinas y demás productos básicos que escasean.
De los 1.5 millones de barriles extraídos diariamente alrededor de 400,000 barriles se consumen domésticamente a precios que arrojan perdidas. Además, otros 120,000 a 200,000 barriles adicionales deben ser importados para el consumo interno y para diluir el crudo pesado que se extrae en parte del país.
Adicionalmente, las exportaciones de petróleo deben pagar la abultada deuda, que solamente con Rusia y China alcanza a más de US$60,000 millones. Dinero que se gastó, y no fue invertido en modernizar la empresa. Siendo así, solo entre 450,000 a 650,000 barriles diarios generan flujo de caja. En el mejor de los casos, 650,000 barriles vendidos diariamente a US$66,00 generan algo mas de 15 mil millones de dólares anuales. Algunos analistas fijan la cifra en 11.9 mil millones anuales, de los cuales 6 mil millones se gastan en alimentos, en un país donde el 52% de la población dice que come una vez al día.
Dentro de esta crisis, Venezuela subsidia a Cuba, enviándole alrededor de 70,000 barriles de petróleos al día, equivalentes a 1.7 mil millones de dólares al año, calculados a US$66 el barril. En adición, le suministra petróleo que compra en el mercado internacional y le envía directamente, que podría representar otros mil millones de dólares. Cuba le paga a Venezuela con 30,000 médicos y 50,000 técnicos, incluyendo entrenadores deportivos, maestros, etc. Si dividimos los 2,7 mil millones de dólares por los 80,000 profesionales desplegados por Cuba, resulta que cada uno le cuesta a Venezuela US$ 33,750 al año.
Nacionales de un país donde el sueldo mínimo oscila entre los 20 a 49 dólares mensuales. No debe sorprender entonces que las autoridades Cubanas hayan declarado que “Cuba nunca abandonará a Venezuela”. ¿Y no será que Cuba no puede darse el lujo de que la sufrida Venezuela la abandone?
