El arte, la geometría y la física se combinan para elevar al viento el capuchín, el pico bohío, el cajón, la araña o la estrella

Las chichiguas son “artefactos” que se suspenden en el aire debido a la fuerza que de abajo hacia arriba ejerce el viento sobre ellas y al o los hilos que desde la tierra las sostienen.

Los datos más aceptados sobre su origen es que nacieron en China, y se sabe que ya en el año 1200 antes de Cristo tenían un uso militar, ya que, vistas desde lejos por las tropas, los colores usados tenían mensajes concretos sobre movimientos y objetivos.

De su uso tenemos referencias variadas: por ejemplo, en el siglo 19 se usaban para hacer observaciones meteorológicas, y en 1752 Benjamín Franklin la utilizó en sus ensayos para descubrir la electricidad.

Pasatiempo familiar

Volar chichiguas es un pasa tiempo de familia en todas las culturas, que se disfruta, sobre todo, con los niños.

Una de las imágenes sobre esto nos las proporciona la película de 1964 Mary Poppins, de Robert Stevenson, cuando ésta canta a los niños que cuidaba “Vamos a volar una cometa. Hasta lo más alto. Vamos a volar una cometa y enviarla hasta arriba. A través de la atmósfera. Hasta donde el aire sea más claro. Vamos a volar una cometa”.

En nuestro país se sabe que ya en los tiempos de la colonización se volaban chichiguas, precisamente para los meses de marzo y abril, donde la tradición cristiana celebra la Cuaresma, que coincide con la generación favorable de vientos.

Cualquier lugar es bueno para encampanar una chichigua, pero sobre todo los parques, como el Mirador Sur, el del Este, o el malecón, en el Distrito Nacional, o sabanas en los pueblos del interior.

En dichos lugares, en tiempo de chichiguas, una mirada al cielo y se puede observar múltiples de variedades y colores desafiando los vientos, majestuosas, y con movimientos suaves, cadenciosos, muchas veces naturales causados por la brisa misma, y otras por el manejo que desde tierra se le da a los hijos que la mantienen suspendidas.

Arte y ciencia

Construir una chichigua implica una combinación de arte, geometría y física, pues para que puedan “volar” se requiere un diseño y construcción en el que se toman en cuenta los materiales, como la madera o plástico para construir el esqueleto, el papel y el hilo, cuya resistencia al viento está relacionada con el tamaño y la forma de la chichigua, pues si el hilo es muy fino para su tamaño ésta lo revienta y “se va en banda”, y si es muy grueso hace onda y no se eleva.

Tampoco debe olvidarse, en la mayoría de los casos, del largo y el grueso de la cola, para los que la llevan.

Igual importancia tienen los colores del papel con los que se forran las chichiguas, pues volarlas es, ante todo, un espectáculo visual.

Tradicionalmente se usan los colores de la bandera: azul, blanco y rojo, pero también el verde y el amarillo contribuyen a darle vistosidad.

Tipos de chichiguas

En nuestro país hay muchas variedades de chichiguas, y en la región Este, a las más grandes en tamaño, se les llama “abejones”, debido a estruendo que provocan las alas al ser batidas por el viento.

La chichigua más sencilla es el capuchín, que se fabrica, generalmente, con una hoja de papel tamaño 8.5 por 11 pulgadas, la que se dobla en varias partes hasta quedar con una forma de ave, al que se le atan un hilo en el centro y se echa al viendo. El hijo que usa es del más fino.

El papalote es en forma de dos triángulos invertidos, el de arriba más ancho y bajito que el de abajo, que se logra al cruzar dos pendones en forma de cruz y con un hilo se unen sus bordes. Se forra en papel, y las tres puntas del triángulo superior se atan con hijos, se le pone una cola de tela fina y se echa al viento. Por lo general, los papalotes no usan aletas.

La chichigua tradicional es la base de las demás variedades de chichiguas. Se hace con tres pendones, dos de igual tamaño cruzados de forma vertical y el tercer, más corto, atravesado de forma horizontal en el centro. Cada extremo se une con hilo y queda un hexágono. En los cuatro laterales del hexágono se colocan aletas a discreción, y la cola es en proporción a su tamaño, así como el hilo para elevarla.

La chichigua tipo estrella toma como base la misma chichigua hexagonal, pero, partiendo del centro, un hilo hala cada parte del hexágono, quedando una “estrella” de seis picos.

En la chichigua tipo araña las aletas van un poco más largas pero en forma de flecos, lo que le da forma de arácnido.

Chichiguas tipo pico bohío y tipo cajón

La chichigua tipo pico bohío o pájaro también toma como base la chichigua hexagonal, pero el pendón horizontal del centro se amarra un poco más bajo. Una vez hecho el hexágono, se toma un pendón flexible que permita hacer un arco en el lateral superior del hexágono. Una vez hecho el arco, se toma otro pendón del mismo tamaño y se amarra un extremo partiendo del puento en que se unen los tres pendones, en el centro de la chichigua, y el otro extremo sobre el centro del arco, lo que le da una forma de pico. Al forrarlo se le ponen ojos y boca, como un pájaro.

La chichigua tipo cajón tiene cuatro puntales paralelos, lo que le da aspecto de un prisma o caja rectangular. La caja se amarra con otros dos tirantes diagonales cruzados. El ancho de cada uno abarca alrededor de un cuarto de la longitud total de la caja.
Incluye dos especies de velas que envuelven por fuera los dos extremos de la caja, dejando las bases y el centro del armazón prismático abiertos. Los laterales proporcionan estabilidad al cajón. También están las tipo avión y tipo dirigible o globo, que son menos comunes.

Parques
El Faro a Colón, en el parque del Este, es uno de los lugares favoritos para los niños y adultos del municipio Santo Domingo Este encampanar chichiguas debido a la amplia emplanada que ofrece

El cajón
El cajón, junto al avión y el globo o dirigible, es uno de los tipos de chichiguas menos comunes, debido a que las desproporciones en sus medidas dificultan que se encampanen.

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