Santiago. En esta exposición de José Mercader, caricaturista de este diario, se retrata uno de los momentos más intensos que ha vivido el país: el período post Trujillo y la elección de Juan Bosch a la presidencia.
La muestra, que consta de 30 obras, se exhibe en el Gran Teatro del Cibao de Santiago en el marco del 42 aniversario de Coraasan.
En el conjunto de obras se pueden apreciar, además de la figura de Juan Bosch, las de José Francisco Peña Gómez, Joaquín Balaguer, Francisco Caamaño, Miguel Cocco, Wessin y Wessin, Láutico García, Bonilla Aybar (Bonillita), entre otros.
La museografía de la exposición estuvo a cargo del conocido artista Chiqui Mendoza, director de la Escuela de Bellas Artes de Santiago.
Catálogo de la exposición
El ingeniero Silvio Durán, director de Corasan, en el catálogo de la exposición expresó lo siguiente:
Cuando le dieron el golpe de Estado a Don Juan Bosch, a seis meses de iniciar su mandato, legal y democrático, fueron muy pocas las cosas que pudo realizar de las tantas que quería y necesitaba el país. Y una de esas fue la inauguración del servicio de agua que más luego se llamaría y sigue llamándose Coraasan.
Ahora en abril se cumplen 46 años de tan importante evento para la ciudad de Santiago.
Con esta exposición, del maestro José Mercader, titulada “Bosch y su Tiempo”, queremos rendirle un gran homenaje a quien junto a Ulises Francisco Espaillat han ocupado la presidencia más breve y con mayor dignidad en nuestra historia.
Para quienes servimos desde las instituciones públicas, volver a Bosch, continuar con él, es retomar ese camino de pureza y patriotismo en pos del bienestar de la ciudadanía; es una obligación y un compromiso con la historia.
Una de sus grandes máximas, en la que creemos, “servir al Pueblo”, se hace más necesario que nunca por su alto contenido de solidaridad humana y sentimiento cristiano.
El tiempo de Juan Bosch fue difícil, era el tránsito de la dictadura a la democracia. Un ala de los militares, un ala de la Iglesia y un ala de los poderosos seguían fiel al viejo orden. Don Juan representaba lo contrario: la libertad, la dignidad, el respeto.
No respetaron al hombre civil y político fiel a los principios de civilidad, ni menos al escritor e intelectual de su altura, reconocido internacionalmente.
El partido, fiel a sus ideas, continúa y continuará por el mismo sendero del maestro. Nosotros, desde Santiago, estaremos en la primera fila, como estuvieron aquellos que dieron sus vidas en la Revolución de abril del ’65, herederos de los restauradores como Santiago Rodríguez, Pepillo Salcedo, Luperón y otros.
