Tras casi seis años al frente del organismo, Lorenzo de Luis reconoce los logros del país y cita los retos existentes en materia de institucionalidad

La República Dominicana que Lorenzo Jiménez de Luis conoció en julio de 2013 cuando llegó como Coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas y Representante Residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), no es la misma que deja en pocos días, tras agotar una intensa labor como diplomático.

A su juicio, el país ha experimentado grandes transformaciones en los últimos seis años, a partir de un extraordinario crecimiento económico que se ha traducido en la reducción significativa de la pobreza con la implementación de una serie de políticas sociales y la ampliación de la infraestructura vial que lo han llevado a pasar de ser un país de renta media a uno de renta y desarrollo humano alto.

Sin embargo, cree que uno de los mayores retos es asegurar que aquellas personas que han logrado salir de la pobreza salgan de lo que el PNUD llama “zona de vulnerabilidad” y se consoliden como verdadera clase media. “Mi jefe, el director regional para América Latina y el Caribe del PNUD, Luis Felipe López Calva, dice algo que resume a cabalidad la realidad de la región, y a la cual, desgraciadamente, República Dominicana no está exenta, y es que vivimos en un continente de renta media pero no en un continente de clases medias”.

Reconoce que aunque la pobreza moderada se redujo de 39.7% a 23%, y la pobreza extrema cayó casi siete puntos porcentuales hasta llegar a 3%, la población solo comenzará a percibirlo cuando se reduzcan la desigualdad y las vulnerabilidades en términos de salud, educación y género. “La pobreza se reduce pero la vulnerabilidad y la desigualdad generan una percepción equívoca cuando se habla de salida o reducción de la pobreza”, dice.

Estancamiento de leyes

En términos políticos, Jiménez de Luis, cree que persisten trabas para solidificar la institucionalidad debido, entre otras cosas, a la lentitud con la que se aprueban leyes de gran importancia que terminan eternizándose en el Congreso, como ocurrió con la recién aprobada Ley de Partidos Políticos, o el Código Penal, que lleva más de dos décadas estancado.

“Para mí eso es clave. Un país de renta media alta no puede tener un Código Penal decimonónico, tiene que tener un Código Penal que sea capaz de responder a la realidad del siglo XXI, y ahí hablo de todo tipo de cuestiones, como el ciberterrorismo, de cuestiones absolutamente intolerables como es la violencia de género, y de la sinrazón de las tres causales. Es decir, a nuestro juicio es un tema que es de justicia social, democrática, de respeto a la mitad de la población y en definitiva que no puede erigirse en obstáculo para entorpecer que una ley moderna y progresista pueda ser promovida”.

Atacar la impunidad

Entiende que más allá de algunas iniciativas legislativas promovidas por el Poder Ejecutivo para reducir los niveles de corrupción y avanzar hacia la transparencia como la Ley de Declaración Jurada de Patrimonio, serequiere de un mayor esfuerzo en esta dirección.

En ese sentido, considera que el acento debe ponerse en el fortalecimiento institucional del Poder Judicial para reducir la impunidad. “Esto implica que cuando existan casos de corrupción y queden probados, quede implícita una consecuencia que haga que la población sienta que, aun a pesar de que hay corrupción, ésta cuando se sabe, se conoce, se juzga y se prueba, se castiga. Esa es la clave”, subraya.

Educación sexual es fundamental

El diplomático considera que un país que tiene entre el 22 y el 24% de sus adolescentes embarazadas se le dificulta salir de la pobreza ya que esta condición condena a las jóvenes a interrumpir su ciclo educativo y con ello, se truncan sus posibilidades de acceder a un trabajo mejor remunerado. De ahí que, insiste en la necesidad de una apuesta firme y decidida por la introducción de la educación sexual y reproductiva en las escuelas. “Para nosotros esa es la clave para resolver un problema que, en el caso de la República Dominicana, tiene tasas por encima de la media de América latina en un 34%”. Cree que conjuntamente se debe trabajar para bajar los índices de mortalidad materno-infantil.

US$188 millones en proyectos

Jiménez de Luis se mostró satisfecho con los proyectos ejecutados durante su misión que implicaron el desembolso de cerca de US$188 millones, entre los que destaca un análisis sobre el impacto de las visitas sorpresa del presidente Danilo Medina, el índice de vulnerabilidad de hogares y el estudio sobre el costo económico del embarazo adolescente.

Igualmente, destacó el acompañamiento al Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la introducción de una mesa de control en la Cámara de Cuentas que aglutina a los organismos fiscalizadores del Estado y que, a su juicio, constituyó un hito importante para la política de transparencia.

En el ámbito medioambiental destacó la contribución al logro de la política nacional contra el cambio climático y el reglamento sobre políticas extractivas para el Ministerio de Energía y Minas.

En equidad de género, destacó la capacitación de cientos de mujeres en diplomados que promueven la participación política y el informe “Más mujeres más democracia”. “Tuvimos un parámetro para medir si nuestra contribución en materia de promoción de la participación política de la mujer tuvo éxito a partir de las elecciones de 2016 y la verdad es que nos hubiera gustado que el numero fuera mayor pero se pasó de 21 a 28 en diputados, de 7 a 12% en municipalidades, en el Senado se quedó igual lo que indica que hay mucho trabajo por hacer”.

La pobre participación política de la mujer es precisamente uno de los hallazgos del informe sobre la calidad de la democracia en la República Dominicana que Jiménez de Luis presentará el próximo 26 de marzo, en lo que será su último acto público en calidad de representante del PNUD.

Deplora marginación en que vive colectivo LGTBI

Pese a los logros alcanzados, Jiménez de Luis se va con la “profunda pena” de no haber podido lograr la consolidación de políticas para la defensa de los derechos de colectivos marginados como el LGTBI de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales, una población que según dice, enfrenta enormes dificultades para el acceso a la salud y la educación simplemente por su orientación sexual. No obstante, espera que en algún momento en el país exista la suficiente madurez política para garantizar sus derechos, “ya que por mucho que oculten la cabeza, ahí hay una realidad a la que hay que hacer frente”. También deplora que no se haya podido lograr la aprobación de las tres causales y que la Ley de Partidos no fuera más beneficiosa en términos de la participación de las mujeres. El abogado y diplomático de origen español que ha sido designado en México como Representante Residente del PNUD, dice que se va agradecido por la acogida y cariño manifestado por el pueblo dominicano y que baraja la posibilidad de pasar largas temporadas en la República Dominicana cuando llegue el momento de su jubilación.

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