Me lo encontré en las oficinas de una línea aérea, con una tristeza de apenas 24 años y un verde título universitario que se llevará bajo el brazo, rumbo a Europa, para empezar. Miles, como él, hombres y mujeres, se van todos los años hacia la aventura, impulsados por la esperanza de encontrar lo que no encuentran aquí: trabajo en lo que sea. Trabajo para hacerse futuro y hacerle futuro a otro país. Trabajo como máxima credencial de identidad. Trabajo que no le asegura su país. (¡Qué triste! Porque con cada uno de estos miles y miles de jóvenes que se van, la República Dominicana da un paso atrás).
Otro que se va
Me lo encontré en las oficinas de una línea aérea, con una tristeza de apenas 24 años y un verde título universitario que se llevará bajo el brazo, rumbo a Europa, para empezar.