Busca ser el noveno de RD en llegar a esa cifra. Necesita asegurar otro contrato para sumar más números de peso

Edwin Encarnación se dirige a una campaña que le presenta un gran reto y a la vez tiene la misión de ingresar a un círculo de cuadrangulares con un toque especial en cuanto al país se refiere.
El nativo de La Romana compila 380 vuelacercas en su carrera que arrancó en 2005 con Cincinnati. Esto dice que necesita de 20 más para alcanzar los 400, una cantidad que hasta el momento han logrado ocho criollos. Álex Rodríguez encabeza el grupo con 696.

Edwin es el tercer pelotero activo con más jonrones en el negocio. Su gran amigo Albert Pujols, de los Angelinos, suma 633, mientras que el venezolano Miguel Cabrera, de Detroit, cuenta con 465. Nelson Cruz, de Minnesota, es el cuarto con 360. José Bautista, su antiguo compañero en Toronto, factura 344. Bautista está sin trabajo en estos momentos, pero no ha anunciado su retiro.

Un jugador de las esquinas del cuadro que en las últimas campañas ha sido mayormente un bateador designado, Edwin ha disfrutado de mucho éxito desde 2012, cuando inició su cadena de siete temporadas disparando al menos 30 jonrones. En esa estación empalmó 42 con los Azulejos, cifra que repitió en 2016 con la misma escuadra y también impulsó 127 carreras, colíder junto a David Ortiz en ese encasillado.

Agencia libre

Para 2017 pactó con los Indios de Cleveland, que le dieron 60 millones por tres campañas y un bono por firma de cinco millones de dólares. En su primera estación dio 38 jonrones y produjo 107 carreras, mientras que en 2018 conectó 32 tetrabases y empujó la misma cantidad de anotaciones.

Los Indios lo mandaron a Seattle durante la temporada muerta, donde le espera un estadio que no es favorable para los bateadores.

Aun así, Encarnación, si la salud le acompaña, debe arribar a los 400 jonrones sin inconvenientes con los Marineros en este 2019.
Su contrato vence al final de esta temporada. El mismo incluye una opción que es del equipo, valorada en 20 millones de dólares para 2020 y en caso de que no sea ejercida por su club, entonces le corresponde una compensación de cinco millones de dólares.

El veterano tiene 36 años de edad, luce en buenas condiciones físicas. De hecho, en las últimas cuatro contiendas promedia 150 partidos jugados por año, independientemente de que sea bateador designado, siempre hay riesgo de lesiones.

El poderoso bateado derecho necesita poner números de calidad en 2019, no solo para cruzar de los 400 batazos de vuelta completa, sino para enviar el mensaje de que merece otro pacto.

Esa será la garantía para poder mantenerse en las Mayores y acariciar la idea de compilar otros números que dan otro prestigio y que sirven para cerrar con broche de oro una carrera.

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