El vicepresidente: Más allá del poder

Ya en estreno. Uno de los mejores filmes históricos que en clave de drama satírico retrata de cuerpo entero la cara oculta de la política y gobierno estadounidenses.

Ya en estreno. Uno de los mejores filmes históricos que en clave de drama satírico retrata de cuerpo entero la cara oculta de la política y gobierno estadounidenses. Es el vicepresidente Dick Cheney cuya fuerte influencia en el gobierno de George W. Bush entre los años 2001 y 2009, entra en la historia como armador de guerras y golpes de Estado alrededor del mundo. Con un posicionamiento narrativo de carácter farsesco y satírico, su estructura navega por un compendio episódico de la vida de Cheney auxiliándose de elipsis y paralipsis al servicio de una representación capitular de la vida política estadounidense, primero en sus inicios como Jefe de Gabinete de la Casa Blanca desde 1975 hasta 1977, a Secretario de Defensa de 1989 a 1993 (supervisó la Operación Tormenta del Desierto de 1991), con lo que le vemos junto a los halcones Nixon, Ford y George Bush, aunque apenas toca sus más de dos décadas en la cámara de representantes. Interesante el destaque que recibe de su esposa caracterizada como una gran influencia de su ambición de poder, pero al mismo tiempo, de lograr en Cheney todo lo que ella no pudo en política directamente (esto es obvio cuando ella discute y regaña a su marido para que tome una actitud correcta con su vida y no la de un lastimero, corriente y vulgar alcohólico). Se destaca también el trasfondo de las guerras ligadas a grandes empresas, complejos industriales y negocios con recursos naturales de países árabes. De manera que todos esos acontecimientos de una gran seriedad y verdad aterradora de muerte y destrucción se logran llevar por un camino contextual plagado de elevada cinematografía acorde con nuevas formas de presentación de hechos asustadores que descalabran la ya vida amarga que lleva el mundo occidental. Esa cualidad artística del filme es lo que le da trascendencia como producto cultural y a la vez de contenido político con fuerte tendencia crítica y reprimenda adversa y manifiestamente tendenciosa, sin matices. Además de una dirección impecable, está el retrato camaleónico de Christian Bale encarnando a Cheney. Los personajes son bien desarrollados aunque el tema conflicto de la historia brille por su ausencia. Pues bien, es un filme que nos deja una impronta, la de que poderes como los que amasó jamás deben estar en manos de gente como él (que creía piamente en lo que hacía porque le convenía a él), y que hoy vemos los resultados tan amargos para la humanidad.

HHH Género: drama satírico histórico.
Duración:132 minutos.

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