TAMPA, Florida. Mientras el dominicano Gary Sánchez impresionaba con sus batazos durante su primera práctica de bateo del entrenamiento, cerrando con cuatro jonrones en sus últimos cinco swings, el manager Aaron Boone y el gerente general Brian Cashman asentían al mismo tiempo.

Es ese poder natural de Sánchez lo que ha hecho que los Yanquis sigan apostando por su potencial. El receptor, por su parte, asegura haber pasado la página tras un decepcionante 2018.

“Se siente muy bien tener el apoyo de toda la organización”, comentó Sánchez. “Uno se siente animado cuando ve eso del equipo. Aquí somos uno solo. Siempre lo digo: somos un equipo”.

Los Yanquis continuarán monitoreando de cerca a Sánchez. El jugador de 26 años será llevado con calma mientras termine de recuperarse de una operación de artroscopia para removerle algunas partículas sueltas a su hombro izquierdo.

Aunque Sánchez dijo que se siente casi al 100%, no se espera que participe en los juegos de pretemporada hasta la primera semana de marzo.

“Es probable que no juegue durante la primera semana, pero realmente no hay nada que no esté haciendo”, dijo Boone. “Ya está a toda máquina. Pienso que simplemente estamos siendo cuidadosos. Pero él está listo para arrancar”.

El hombro izquierdo ha sido un problema desde el 2017, cuando Sánchez recibió una inyección con cortisona para completar la temporada. Dos inyecciones más le fueron administradas el año pasado, cuando bateó .186 con 18 jonrones y 53 empujadas en 89 partidos.

Pero a pesar de lo ocurrido, Sánchez no le echa la culpa de su bajo rendimiento a la lesión. “Las lesiones son parte del juego”, dijo Sánchez. “Fue una temporada dura, en la que tuve muchos problemas, pero no pongo eso como excusa. Tengo que dejar ese año en el pasado y enfocarme en esta temporada y en esta nueva oportunidad. Y estar listo para jugar”, agregó el dominicano.

Posted in Grandes LigasEtiquetas

Más de beisbol

Más leídas de beisbol

Las Más leídas