Entre llantos desgarradores fueron velados ayer los restos de Ana Isaura Pimentel, la señora de 31 años que fue ultimada de un disparo por su expareja Franklin Estrella en el parqueo soterrado de la terminal de autobuses Caribe Tours, quien tras cometer el hecho se suicidó de la misma forma.

Gritos de impotencia y de dolor de los parientes de Ana Isaura flotaban en aire. Su madre, hijos, amistades y demás familiares se derrumbaron al ver llegar el ataúd de la víctima y más cuando notaron el estado en que quedó.

Ana Isaura Pimentel y Franklin Estrella tuvieron una relación de más de 15 años, pero al momento de ocurrir la tragedia, estos llevaban alrededor de un año separados. Ambos procrearon cuatro hijos que hoy quedan en la orfandad. La mayor tiene 15, uno tiene 9, otro 7 y, la más pequeña, 6 años.

Pimentel residía en Bávaro, provincia La Altagracia y convivía allí con su actual pareja Robinson de los Santos. En ese lugar, Ana Isaura era negociante y propietaria de un colmado que atendía junto a Robinson. Por su parte, Estrella (homicida-suicida), se desempeñaba como seguridad de la parada de autobuses en donde ocurrió el hecho desde hacía ya un tiempo. Vivía a sólo dos casas donde fueron expuestos los restos de su expareja en el sector 27 de febrero de esta capital.

Buscaba dinero para manutención

Ana Isaura Pimentel llegó a Santo Domingo el pasado lunes a visitar a su familia para saber en el estado en que se encontraban. El martes, día en que ocurrió el suceso, ya iba a retornar a su casa.

Según cuenta su madre a elCaribe, la joven recibió una llamada de su expareja, (quien se encontraba en su lugar de trabajo) en la que supuestamente Estrella le pidió que pasara a buscar dinero para la manutención de sus hijos a Caribe Tours.

“Ella lo veía siempre porque tenían hijos, tenía que buscar su dinero, tenía que venir a donde él porque él le hacía la vidas imposible. Ella vino a buscar ese dinero porque él dijo que se lo iba a dar. Ayer (el martes), ella se iba a las 12:00 del mediodía y ella le dijo por el celular que ya no le diera nada por hacerla esperar tanto. Parece que él la endulzó y le dijo que se lo iba a dar en Caribe Tours. Ella cogió para allá a buscar el dinero y mira, fue la muerte que fue a buscar”, relata Justina Girón Oliviero.

“¡Ay mi hija. Ay acabó con su vida!”, lloraba. “Ella estaba viva ayer. Nos reímos tanto ayer y en una hora, ya estaba muerta”, repetía.

Victimario había hecho una advertencia

Ismael Pimentel, hermano de la víctima, narró que el homicida-suicida había manifestado en una ocasión tras haber discutido con su hermana que de ella no regresar con él, mejor prefería quitarle la vida. “Nosotros nos pusimos activos, pero uno ignorante al fin dejamos eso”, dijo mientras esperaba la entrega del cuerpo en Inacif.

Al momento de la tragedia, la víctima se encontraba acompañada de su hija de 9 años, quien presenció todo.

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