La actual controversia sobre la construcción de un muro bordeando México pone de relieve el debate sobre el control fronterizo. Después de todo, los muros y vallas fronterizas son unos instrumentos, entre otros, para controlar le inmigración ilegal, el tráfico de drogas y acciones hostiles por parte de grupos violentos. Sorprende la cantidad de países que lo están utilizando. Veamos algunos ejemplos.
Ceuta y Melilla son dos pequeños enclaves españoles en el norte de África, rodeados de una población de millones de personas. La intensa presión por penetrar dos territorios con apenas 85,000 habitantes cada uno está controlada por vallas fronterizas, vigiladas por la Guardia Civil. De no haber existido dichas estructuras, la existencia misma de estos enclaves hubiera estado en peligro.
El paso fronterizo de Storskog, entre Noruega y Rusia está cerca del círculo polar, por lo que resulta extraño que allí haya existido un trasiego de inmigrantes. Los noruegos construyeron una valla de 3,5 metros de alto que efectivamente busca proteger el puesto fronterizo y detener el trasiego de personas. La estructura es de apenas 200 metros, pero en ese desierto gélido del norte de Europa no se necesita más. Estamos, pues, ante un ejemplo de uno de los países más civilizados del mundo utilizando este tipo de estructuras.
La isla de Chipre quedó dividida en dos luego de una invasión de Turquía en 1974. Para separar las dos partes se construyó un muro que efectivamente divide el tercio norte de la isla que es turco del lado griego. Dicho muro corta la capital de Nicosia en dos. Algo notable es que fue construido por la mismísima Naciones Unidas.
Grecia se convirtió en el paso preferido de inmigrantes hacia la Unión Europea, justo en el momento de la mayor crisis económica de su historia reciente, que llevó a medio millón de jóvenes griegos a emigrar. En el año 2012, Grecia construyó una vaya en la frontera con Turquía para detener este tráfico. Una nación relativamente pobre en el medio de una crisis económica no estaba en condiciones de recibir una cantidad desbordada de inmigrantes. Otros países de la Unión Europea con este tipo de estructuras son Lituania, Estonia, Eslovenia y Hungría.
Además, están los casos de Turquía y Siria (764 kilómetros); Argelia y Marruecos; India y Pakistán, en la disputada Cachemira; Iraq y Siria; Israel y los territorios palestinos; Egipto y la franja de Gaza, etc. En realidad, estas estructuras deben ser vistas como un instrumento más de control en zonas conflictivas, sin caer en utilizaras con fines políticos demagógicos, populistas y hostiles hacia terceras personas. La utilización política de la propuesta de ampliar el muro ha provocado el enfrentamiento entre la administración Trump y los demócratas, quienes en el pasado votaron a favor de la construcción de las vallas existentes con México.
