Freddy Javier
Sus más de tres décadas como docente en la Escuela Nacional de Bellas Artes y sus decenas de exposiciones colectivas e individuales, han convertido a Freddy Javier en una figura destacada de las artes plásticas de los últimos años. Desde muy temprana edad estuvo ligado al mundo del arte, yendo a la escuela de música de su provincia Hato Mayor, y realizando actividades artísticas para los maestros de su escuela.

A pesar de los pocos recursos con los que labora en el Colegio Dominicano de Artistas Plásticos (CODAP), Javier realiza en esta entidad diferentes eventos para mantener la promoción del arte, aunque lamenta que las autoridades públicas y el sector privado no hagan el esfuerzo suficiente para potenciarlo.

¿Cómo surgió su interés por el arte?
Desde muy pequeño asistía a una escuela de música en mi natal Hato Mayor. Era muy inquieto, me gustaba estar en contacto con toda expresión de arte. Nunca lo consideré como algo genético, porque en mi familia no existe nadie ligado al arte, esta pasión nació conmigo. Cuando vine a Santo Domingo, después de haber realizado un curso por correspondencia, una amiga que estaba en la Escuela Nacional de Bellas Artes le sugirió a mi mamá que me inscribiera en esa institución. Pude entrar en 1966, y me gradué como profesor en el 1970. Tuve el apoyo del Gobierno de entonces, porque conseguí una beca. Permanecí por 34 años como maestro en Bellas Artes, pero a la par iba realizando mis labores como artista.

Cuéntenos sobre sus exposiciones.
He hecho varias exposiciones, tanto individuales como colectivas, que regularmente giran en torno a temas sociales. La primera fue realizada en Casa de Teatro en el 1975. También he hecho en Galería Arawak, Sala de Arte María-Lejos, Galería Sebelén, Museo Voluntariado de las Casas Reales, el CODAP, el Museo de Arte Moderno, el Museo de Hombre Dominicano, el Museo de las Casas Reales, en la Galería De Bodden, en el Centro de Arte Contemporáneo Osamarte, en el Instituto Cultural Domínico Americano, entre otros. Todos estos proyectos me han dejado una gran satisfacción, porque en ellos dejé gran parte de mí: mi alma, mis emociones, mi entusiasmo por la vida. También me desarrollé como pintor muralista, ya que estuve en la creación de murales como la Piscina Olímpica de los Juegos Panamericanos y en la Iglesia de la Altagracia de Santo Domingo.

¿Cómo describiría su gestión en el CODAP?
Antes de que surgiera el CODAP, hubo una entidad que procuraba lo mismo, de la cual yo también formé parte. Se trató del Círculo de Artistas Plásticas, que agrupaba a algunos pintores que buscaban mejorar las condiciones de la clase en el 1973. Freddy Ginebra nos impulsó. En esta actual gestión en el CODAP, que tendrá elecciones en enero del próximo año, me motivé a establecer programas de educación artística en todas las escuelas públicas del país, así como el mejoramiento y ampliación de las escuelas de artes plásticas; y encaminar un proyecto para que el Ministerio de Cultura durante las fiestas patronales de cada pueblo integre actividades del área de las artes plásticas, como exposiciones de pintura y escultura. Sin embargo, esto se vuelve cuesta arriba cuando dispones de un presupuesto de RD$30 mil, y las autoridades no hacen el esfuerzo suficiente para promover la pintura como corresponde.

¿En qué estado se encuentra el arte actualmente?
El arte dominicano no se encuentra en su mejor momento. Es sorprendente cómo antes varias figuras del Gobierno, como Joaquín Balaguer, Juan Bosch, e incluso el propio Rafael Leónidas Trujillo, realizaron importantes aportes para promover la cultura local. Con la construcción de infraestructuras como el Palacio de Bellas Artes, la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, o el Teatro Agua y Luz, se marcaron hitos. Lo que han hecho los siguientes gobiernos después de eso, no ha sido suficiente. Algo tan elemental para el desarrollo de los pueblos como es el arte no debe ser menospreciada, especialmente por las autoridades que están llamadas a garantizar su promoción tanto aquí como en el exterior.

¿Qué responsabilidad tiene el artista en este panorama?
Lamentablemente, el artista actual en nuestro país no siempre está enfocado en entregar un producto de calidad, un trabajo que se distinga de los demás. Más bien busca el beneficio económico, incluso si eso significa regatear precios, lo que le quita el valor de su trabajo. Lo hacen por el poco apoyo que tienen. Sin embargo, quedan otros que se esfuerzan, comprenden que su obra debe transmitir un mensaje, que aunque no sea atractivo a primera vista, debe tener técnica y emociones. Debe transmitir su esencia. No obstante, la prioridad de ambas partes debe ser exigir a las autoridades mejores condiciones.

 

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