El Ministerio de Hacienda acaba de publicar en su página web nuevas estadísticas fiscales anuales para el período 2014-2017 y para los primeros nueve meses de 2018. Igualmente, publicó un extracto metodológico del Manual de Estadísticas de Finanzas Públicas 2014 del FMI. Ese manual es el que sirvió de base para la elaboración de las nuevas estadísticas.

El Banco Central también publicó esos mismos datos en la sección de estadísticas fiscales de su página, como complemento a los que ofrece regularmente en base a estimaciones propias.

Estas estadísticas son adicionales a las que la Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES), una dependencia del propio Ministerio de Hacienda, publica regularmente y que se construyen sobre la base de una metodología distinta a la del Manual del FMI.

Lo primero que hay que hacer es felicitar al Ministerio por este aporte. Su valor radica en dos cosas. Primero, utiliza una metodología rigurosa que es un estándar internacional, que es ampliamente aceptada y que permite hacer comparaciones de resultados entre países. Segundo, los resultados reconocen que los déficits presupuestarios del Gobierno Central y del Sector Público No Financiero han sido mayores que los que las autoridades fiscales habían reconocido antes. De esa forma, el Ministerio se colocó en una posición incómoda pero honesta.

Las estadísticas tradicionales no han sido suficientemente satisfactorias. Se percibe que, por limitaciones metodológicas u otras, no han dado adecuada cuenta de la totalidad de los gastos gubernamentales y han estado subestimando el déficit. Los nuevos datos del Ministerio indican esto. Veamos las evidencias.

Ingresos, gastos y déficit
Por el lado de los ingresos del Gobierno Central, las divergencias entre las tres fuentes de información (nuevos datos de Hacienda, DIGEPRES y Banco Central) no son enormes. Entre 2014 y 2017 oscilaron entre 2 mil y 7,500 millones de pesos, esto es, entre 0.4% y 1.4% de los ingresos reportados por DIGEPRES.

Sin embargo, por el lado de los gastos del Gobierno Central, las diferencias entre los nuevos datos de Hacienda y los de DIGEPRES son significativas. Los del primero son consistentemente más elevados que los de la segunda. Para 2014, Hacienda reportó que el Gobierno erogó más de 6 mil millones más que DIGEPRES, para 2015 más de 13,500 millones más, para 2016 24,700 millones y para 2017 39,300 millones. Para que se tenga una idea del tamaño de la diferencia, la del 2017 era cerca del 40% del presupuesto total de inversión pública, e igual al gasto total combinado de los ministerios de deportes, trabajo, turismo, agricultura, industria y comercio, juventud, de la mujer, cultura y medioambiente. En ese año, el gasto total que Hacienda reportó fue un 6.3% más elevado que el de DIGEPRES.

Las divergencias en el nivel de gasto resultan en importantes diferencias en los datos del déficit del Gobierno Central, especialmente para 2016 y 2017. Los nuevos datos de Hacienda reconocen que en 2016 el déficit fue de algo más de 107 mil millones de pesos. En contraste, los de DIGEPRES indican que fue de 76,300 millones, 31 mil millones menos. Para 2018, la diferencia fue de casi 41 mil millones de pesos. Hacienda indica que fue de casi 126 mil millones, comparado con los 85 mil millones reportados por DIGEPRES, y 16,400 millones más que los 108,450 millones que dice el Banco Central.

De esa forma, con la nueva metodología, Hacienda reconoce que en 2016 y 2017, el déficit del Gobierno Central fue un 41% y un 48% más alto de lo que había indicado en el pasado, y que alcanzó el equivalente a 3.2% y 3.5% del PIB, respectivamente, en vez de cerca de 2.3% del PIB para ambos años.

Las cifras para 2018
Con relación a las cifras para 2018, hasta septiembre, los nuevos datos de Hacienda indican que los ingresos totales alcanzaron 447 mil millones de pesos, apenas 2 mil millones menos que lo reportado por DIGEPRES y por el Banco Central.

Por el lado de las erogaciones, Hacienda reportó que hasta septiembre ascendieron a 487 mil millones de pesos, 26 mil millones más de lo que reconoce DIGEPRES, y 10 mil millones más de lo que indica el Banco Central.

Para Hacienda, hasta septiembre el déficit había alcanzado 41,700 millones, casi 30 mil millones más de lo que reporta DIGEPRES y 13 mil millones más de lo que estimó el Banco Central. Eso significa que, hasta ese mes, Hacienda estimaba que el déficit había alcanzado el equivalente a un 46% del nivel presupuestado. Para DIGEPRES había alcanzado solo el 13% y para el Banco Central el 32%.

Un llamado de atención
No es el ánimo de este artículo demeritar las cifras tradicionales de ejecución presupuestaria sino de reconocer que hacía falta dar un salto en esta materia y mostrar las notables diferencias en los resultados. Si a pesar de eso, los datos tradicionales tienen méritos, las autoridades fiscales deberán explicar las razones, destacar el valor agregado que ofrece respecto a las nuevas y esclarecer la fuente de las divergencias a través de medios de amplio alcance y no limitados a documentos muy técnicos e incomprensibles para un público no especializado.

De esa forma, además, se evitan los riesgos asociados a contar con tres fuentes diferentes de estadísticas fiscales. El público interesado y hasta hacedores de políticas en instancias no económicas pueden confundirse y se pueden generar inconsistencias en los datos que están llamados a sustentar propuestas de políticas y programas. Como en el caso de las diversas cifras de exportaciones del país, lo que hay que hacer es indicar con mucha claridad el alcance de cada una de ellas.

Seguramente que estas nuevas series de datos fortalecerá la credibilidad de las estadísticas y ayudará a las autoridades fiscales en la ineludible tarea de continuar gestionando créditos externos en un momento necesario en el que las condiciones financieras internacionales se recrudecen y los mercados se hacen más exigentes. Ojalá se hiciera esto en un contexto de una clara determinación por reducir, de forma gradual pero sistemática, el déficit y la demanda de crédito. Desafortunadamente, ese no ha sido el caso. Es cierto que ha habido contingencias como la destrucción de infraestructura debido a las lluvias, pero eso está lejos de explicar el sostenimiento del desbalance fiscal en los niveles observados. La evidencia que el propio Ministerio de Hacienda ha divulgado así lo revela.

Los ciudadanos y ciudadanas tenemos el derecho a recibir informaciones fiscales oportunas y de calidad. Sólo con ellas se puede evaluar adecuadamente la gestión pública, y participar activamente en el debate sobre las políticas y en la toma de decisiones.

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