(Parte 3)
Como hemos resaltado, al inicio del siglo XX, se impulsó desde el Instituto Profesional la preparación de médicos.  En espacio de 15 años, el Instituto graduó a cincuenta médicos, entre los cuales se encontraban algunos de los más prominentes médicos del primer tercio del siglo XX, y que, como señalábamos en un escrito anterior, inspiraron de una vez y por todas, confianza en los profesionales de la salud dominicanos. Pese a ello, durante los primeros 25 años del siglo XX, acudieron a nuestro país mas de cuarenta médicos extranjeros, que ayudaron a que el número de médicos en el país aumentara a cifras aceptables. En el 1900 se graduaron como licenciados en Medicina y Cirugía José Ramón Luna, Luis Betances, Carlos Urraca, Celio Struch, Francisco Lizardo y Emilio Tió.

José Ramón Luna fue practicante del Cuerpo Médico del Ejército Español durante la época de la anexión y permaneció en el país luego de la Restauración. Luis M. Betances, es, sin lugar a dudas, una de las figuras más sobresalientes de la historia de nuestra medicina.

Primer dominicano en ingresar al Instituto Pasteur de París, y uno de los primeros médicos del mundo en tratar temas de hematología. El doctor Struch ejerció de forma muy exitosa en la zona Este del país, en San José de los Llanos y en La Romana. De Darío Contreras, ya hemos escrito anteriormente y destacado sus grandes aportes a la cirugía y medicina dominicanas. Los doctores Lizardo y Tió, recibieron títulos graciosos, en virtud del articulo 31 de la ley del Juro Médico, el doctor Lizardo ejerció muy poco, mientras que el doctor Tió, fue director del Hospital San Antonio en San Pedro de Macorís. En el 1901 se graduaron del Instituto profesional, Otilio Meléndez, Juan Arzuaga y José María Román.

El doctor Otilio Meléndez, fue el primer jefe del cuerpo médico del ejército nacional. Ejerció en la común de Guerra y luego se estableció en Santo Domingo en el sector de Santa Bárbara. Poco sabemos del doctor Arzuaga. Sobre el doctor Román, hemos escrito un artículo en esta misma sección, en donde se destacaba que fue uno de los más importantes obstetras de la primera mitad del siglo XX en nuestro país. No hubo graduación de médicos ni en el 1902, ni 1903, y en el 1904 se graduaron el doctor José Dolores Alfonseca y el doctor Luis Aybar Jiménez. El doctor Alfonseca, ejerció en Moca, y luego se trasladó a Puerto Rico en donde falleció en el 1943. Sobre el doctor Aybar, hemos escrito, y es una de las grandes glorias de la cirugía dominicana, con una gran labor en el Hospital San Antonio en San Pedro de Macorís y luego en la ciudad de Santo Domingo.

En el 1905 recibieron sus títulos Teófilo Hernández, Alejandro Cabral, Carlos Zafra, Miguel Morín y Ramón Rosas. El doctor Hernández, tuvo una gran y destacada labor profesional en La Romana, y Alejandro Cabral, ejerció con gran éxito en San Juan de la Maguana, en donde fundó la clínica “Santa Teresita”. Fue además una figura importante en el ámbito político y social de esa región del Sur del país. El doctor Carlos Zafra, se había graduado en el 1887 como Licenciado en Medicina y cirugía, pero escribió a las autoridades reportando la pérdida de su diploma, por lo que se le otorgó un nuevo título en el 1905. El doctor Zafra ejerció en Puerto Plata por más de 60 años, y de hecho se le dio un reconocimiento en el Congreso Médico del Centenario como el Médico de mayor tiempo de ejercicio en el país.

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