Los familiares de los dos hombres muertos en un supuesto intercambios de disparos entre agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y desconocidos de del sector Capotillo en octubre pasado exigieron justicia y la pena máxima a los culpables.

Ayer, los parientes cercanos de Porfirio Sánchez Estévez, de 45 años, y Hansel Arias Cornielle, de 26, fueron recibidos por la procuradora fiscal del Distrito Nacional, Rosalba Ramos.

Previo al encuentro, Jeovina Arias, abuela del joven Hansel Arias Cornielle, solicitó a las autoridades que los responsables de la muerte de su nieto sean condenados a 30 años de prisión.

“Yo pido justicia por mi hijo, para esos asesinos yo pido 30 años”. “Eso es un crimen, un vil asesinato que cometieron esos asesinos”, expresó Arias, quien además exige que les digan quiénes fueron los oficiales responsables del suceso.

Al salir de la reunión con la magistrada Ramos, Daniela Sánchez, hermana de Porfirio Sánchez Estévez, dijo que están confiados en las investigaciones para que se haga justicia, pero no dio más detalles de lo tratado en el encuentro.

Sin embargo, al ser preguntada si le ofrecieron los nombres de los agentes, Sánchez dijo que esa información no se les fue suministrada.

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