Quienes sólo vean el título de este artículo pudieran pensar que voy a referirme al último informe del Foro Económico Mundial, que sitúa al país entre los más corruptos en todo el mundo.
Que quizás cuestionaré al gobierno porque The Economist establece que “El comercio ilícito en la República Dominicana se ha disparado en los últimos años”.
O que pudiera demandar del presidente Medina y su gobierno esclarecer debidamente cómo es que en medio de una investigación judicial por corrupción en España, alguien ha testificado que le dieron al mandatario 500 mil pesos para su campaña, y 500 mil dólares a un ministro.
Pero sin dejar de escandalizar por esos datos por lo que invoco al Altísimo es por las revelaciones que acaba de hacer el economista y líder político Luis Abinader al proponer un Acuerdo Nacional por el Agua, dado el desastre que en materia del preciado líquido dejarán al país las administraciones del PLD cuando se vayan del poder el 16 de agosto de 2020.
En resumen, la exposición de Luis indica que al cumplir casi 20 años de gestión, el PLD nos deja sin provisión de agua potable para la mayoría de los hogares, las fuentes de agua están contaminadas, el país carece de redes de distribución, uso y aplicación. No existen suficientes sistemas de alcantarillados ni plantas de tratamiento.
En la agricultura se desperdicia una gran cantidad del líquido, no se almacena por falta de presas harto planificadas, la mayoría de las familias deben comprar agua de botellones, lo desmedro de sus presupuestos.
No hay regulación ni normas nacionales para diseño, construcción y operación de las obras, no existe un sistema de vigilancia sanitaria para la calidad de agua de consumo, falta un marco legal actualizado, no hay planificación para la sostenibilidad financiera del sistema que garantice equidad y los presupuestos son insuficiente para garantizar un servicio de calidad, hay gran dispersión y no existe un ente rector de lo que debería ser un gran sistema nacional.
Ante tanta deficiencias de los gobiernos del PLD y su incapacidad para gestionar, proveer, y regular la cantidad y calidad del agua, Abinader ha propuesto que el país articule un Acuerdo Nacional por el Agua a 10 años, que incluya la construcción de 6 presas nuevas y la conclusión de Monte Grande y Guaigüì, 51 nuevos acueductos, ampliación de 42; rehabilitación de 33 y mejoras en otras 20 demarcaciones.
Incluye nuevos sistemas de alcantarillados y saneamiento en el Gran Santo Domingo y en otras ciudades del país, con énfasis en las zonas turísticas, tecnificación de los sistemas de riego y preservación del agua que se desperdicia en horas de la noche y días feriados.
Mientras los gobiernos del PLD cobraron al pueblo impuestos como nunca se había hecho, y endeudaron al país mucho más que todos los otros gobiernos juntos, se van sin siquiera iniciar un sistema de ese recurso indispensable para trabajar, limpiarnos y sostenernos, Luis aporta con visión de gran estadista cómo podemos resolverlo entre todos en apenas 10 años.
