Haití, que suele estar convulso, que vivía algunos meses con relativa tranquilidad, se puso a tono con las tendencias del exterior. Reclama que se investigue el destino de más de 3 mil 800 millones de dólares, que no son paja de coco, provenientes de los financiamientos venezolanos a través de Petrocaribe, que aumentó significativo desde el terremoto de enero de 2010. Los haitianos reaccionaron el miércoles con violencia, y pusieron a riesgo la comitiva que acompañaba al presidente Jovenël Moise, durante una ceremonia de recordación a Jean Jacques Dessalines. El reclamo de transparencia concuerda con un ánimo levantisco que permea varias naciones. De modo que los haitianos no se quedan al margen de la tendencia actual.