Los fines de semana, diferentes ligas y academias acogen un gran número de niños provenientes de distintos sectores de la capital

Frederick Jesús de los Santos es uno de los miles de niños que cada fin de semana invaden un gran número de estadios diseminados en diferentes puntos de toda la geografía nacional, en especial el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.

De los Santos, de siete años, forma parte de la Liga Espaillat Vive Para Siempre, cuya instalación del estadio Pepe Lucas, del referido sector, sirve de refugio para que los infantes se formen en la pelota y en el mañana sus nombres puedan quedar registrados en el amplio listado de jugadores dominicanos que han desfilado por las Grandes Ligas, la meta de todos.

“Me gusta mucho la pelota”, dijo Frederick, mientras sus padres Freddy de los Santos y Sujeiry Castro observaron, desde las gradas, cada uno de sus tres turnos. “Le dije a mi papá que me apuntara en una liga para cuando sea un pelotero grande comprarle una casa a mi mamá”.

Así como él hay otros que también se levantan a tempranas horas de la mañana para envolverse en esa pasión, en especial los fines de semanas en los que la presencia se multiplica en comparación a los días de semana regular. La Academia La Javilla, ubicada en el sector Los Mameyes de la provincia Santo Domingo Este, acoge a cientos de niños desde los cinco años de edad.

“Aquí vienen niños de diferentes sectores de la Zona Oriental. Es una euforia la que se vive todos los días, en especial los fines de semana cuando la matrícula de niños es muy grande y abarcamos todos los horarios”, señaló John Carmona, presidente de la Academia La Javilla y de la que han salido jugadores de la clase de Aramis Ramírez, Ángelo Encarnación, Junior Noboa, Gilberto Reyes, Pedro Beato, Erick Abreu y más reciente Nomar Mazara y Amed Rosario.

Una muestra es la celebración del torneo de verano donde participan alrededor de 700 niños diseminados en varios equipos con jornada de encuentros de hasta 16 partidos en los cinco estadios que tiene la entidad. Aparte de la enseñanza del béisbol, los niños también son orientados sobre los casos negativos que en algún momento de su adolescencia puedan afrontar. Las informaciones son suministradas por Rafael Castillo, director de desarrollo de la academia, que recientemente conquistó el “Mundialito de Moca” celebrado en la provincia Espaillat.

El Centro Olímpico Juan Pablo Duarte es otro escenario donde el béisbol expande su aroma para acercar a cientos de niños a la enseñanza de este deporte a través de las ligas Pimentel, Papiro All Star, Franklin, Natera, entre otras, a partir de las ocho de la mañana, hasta las 6:00 p.m., en sus cinco estadios de béisbol. En el caso de Pimentel, la matrícula supera los 300 infantes.

Asimismo, está la reconocida liga Luis Mercedes, cuya ubicación se encuentra en los terrenos del Estadio Quisqueya. Un total de 800 practicantes tiene la liga, que lleva operando 52 años.
“Tenemos varios años preparando niños para el béisbol desde temprana edad. Los fines de semana el bullicio es grande, pero satisfactorio de poder ver y sentir esa energía que ellos le ponen al juego”, señaló Mercedes, presidente de la liga que lleva su nombre. Otras como Los Robles (Los Alcarrizos), Medina (Cancino), Rafael Caba (Villa Mella), Erick Almonte (Carretera Sánchez) y Quique Cruz (San Gerónimo) también tienen una gran cantidad de pequeños en su nómina.

Los Robles tiene unos 250 niños, mientras que Quique Cruz prepara a unos 400 niños. A estas se suma el proyecto del Rally de Pequeñas Ligas, en cuyo torneo participan unos 280 niños con edades 10-11 años.

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