El músico dominicano recibirá el Premio a la Excelencia del Grammy Latino el próximo 13 de noviembre

El maestro Wilfrido Vargas será reconocido con el Premio a la Excelencia Musical de los Grammy Latino, por sus “contribuciones excepcionales beneficiando a la música”.

La Academia Latina de la Grabación valoró que el capitán de Los Beduinos y forjador de Las Chicas del Can y Altamira Banda Show pertenece a un grupo de figuras “que han realizado contribuciones sin precedentes y de extraordinario significado artístico para la música latina y la comunidad latina”.

¿Qué significa este reconocimiento para usted, en el momento que ha regresado a los escenarios con nuevas composiciones (“El cuchicheo”)?
Este premio es como el documento de: “gracias, usted lo ha hecho bien, estamos orgullosos de usted”. ¿Qué también es un premio para mí? Que todo el mundo esté volcado a lo que sucede con este reconocimiento del Grammy Latino, que me tomó de sorpresa; también, que la gente esté con Wilfrido Vargas en la cabeza de una manera eterna… ¿Qué también es un premio para mí?, que la industria, a ese nivel, me esté dando el Premio de la Excelencia de manera unánime. Un premio para mí es la satisfacción de saber que no he perdido mi tiempo, y que la vocación que yo tuve, cuando no tenía con qué comer en Altamira, se convirtió en realidad; es decir, que los sueños son importantes.

Hace mucho que el merengue no se destaca en la competencia de estos premios; desde su óptica, ¿qué ha estado pasando en ese sentido?
¿Qué estaba pasando con el merengue?! Había una especie como de letargo, pero parece que la gente que trabaja este género ya está despertando. Veo a un Eddy Herrera, Sergio Vargas, Rubby Pérez, Los Rosario, que están haciendo una labor de importancia. Ya están sabiendo que no es la misma manera como se trabajaba en los 80 para publicitar tu trabajo; y ya no son los mismos códigos de colores, de cultura, que se le imprimían a una canción cuando se usaba el acetato, en comparación a los de ahora que es por descarga digital… Un papel con arreglos musicales yo no sé quién lo use (hoy en día), pero yo no lo uso… Yo lo que tengo es un estudio, y el estudio tiene un laboratorio, donde voy haciendo experimentos, hasta que yo crea que estoy en sintonía con lo que está pasando en el 2018, ya para el 2019. Creo que en esa transición, de como se trabajaba el merengue antes a como se trabaja hoy (pero no el merengue, no hablemos solo del merengue, hablemos de la música), ya la gente está siendo consciente de que el negocio cambió, en términos de colores, en términos de estructuras, en términos armónicos, en términos melódicos, en términos de manejo, en términos de exhibición de tu producto. Por ejemplo, todo lo que tiene mi disco nuevo compite con lo que está sonando en la radio. Es cierto que yo pegué, digamos que “El loco y la luna”, “Abusadora”. Yo puedo venir con “Abusadora” y con “El loco y la luna”, pero no con la ropa que se usaba en esos años estando casi en el 2019. ¿Qué le falta al merengue? Que se vista con los nuevos colores, que es el pasaporte sin el cual tú no puedes entrar a la radio ni al reconocimiento del público, porque es otro idioma.

¿Qué ha sido lo más gratificante después de tantos años de grandes aportes a la música latina?
Evidentemente, haber podido vencer la mezquindad que muchas veces tenemos los seres humanos de no dar la mano a quien tú sabes que necesita de una ayuda. Creo que ese ha sido mi gran aporte, haber descubierto esos pedacitos de oro (figuras que han estado en las diferentes etapas de la orquesta), ponerlos en la palestra pública y, con mis propios recursos, haberlos hecho artistas que en estos momentos están siendo aplaudidos en toda Latinoamérica. No creo que tenga una mayor satisfacción que esa..

¿Qué hubiese sido Wilfrido Vargas sin esos “pedacitos de oro”?
Sin esos muchachos, hoy en día tú no me hubieses estado haciendo esta pregunta, hoy en día los Latin Grammy no me estuvieran dando este reconocimiento, hoy en día Wilfrido Vargas no lo estuviera contando como lo está haciendo en este momento.

¿A quién le dedicarías este reconocimiento?
Al licenciado Miguel Ángel Martínez (quien era gerente general de la Corporación Wilfrido Vargas), que es mi dios, mi jefe, mi guía. Y digo que es, porque yo no creo en la muerte, yo no creo en eso. Él acaba de fallecer, y él es mi guía; prácticamente fue mi papá, mi todo. El licenciado Martínez es el hombre que se merece que yo le dedique este premio.

¿A qué le motiva este premio?
No voy a dejar la música, no tengo por qué hacerlo. Entiendo que todavía puedo pensar musicalmente de una manera productiva… A mí no me gustan mucho los elogios, pero sí el reconocimiento, porque me da la sensación de la información que me da la gente, que me hace recordar que no he perdido mi tiempo.

¿Cuál ha sido el disco o el tema de su repertorio que más le identifica?
Si las canciones hablaran, habría una competencia afectiva, como los niños cuando le reclaman a la mamá o al papá: -no, porque tú quieres más a fulano que a mí…- Creo que “Abusadora” se sentiría mal si digo que el tema sería “El africano”; pero entonces, me parece que “El jardinero” protestaría de la misma manera, también “La medicina”. Sabrá Dios si, aunque no sepa hablar, “El perrito”, pero por lo menos ladrando empezaría a protestar, porque “El perrito” se metió en todo el mundo. Ahora, si la pregunta hubiese sido: ¿cuál es el tema musical que a usted lo identifica desde el punto de vista del esfuerzo de producción, desde el punto de vista neuronal? Yo no vacilaría en decir que es “El jardinero”. ¿“El jardinero” es una composición de Wilfrido Vargas? Yo diría que sí. Pero, ¿de dónde sale eso? La primera parte de “El jardinero” es, de arriba abajo, de DP Express, una agrupación haitiana que me volvía loco, pero como yo no sabía creole, yo lo que hice fue una versión a mi modo en español, buscándome a Frank Moya. ¿Y la segunda parte de “El jardinero”, de quién es? ¿Esas letras?, sí, de Wilfrido Vargas; Okey, el tema es de Willfrido Vargas, pero ¿de dónde sale la fuente donde Wilfrido fue a beber? De esas dos agrupaciones, de DP Express y Tabou Combo. Creo que es el trabajo experimental que más aportes le ha hecho a la música que vivimos hoy, porque nunca antes de “El jardinero” tú escuchaste la alusión al hip hop, y nunca antes de ese rap tú escuchaste nada que se pareciera al reggaetón.

A la Academia
Debo decirle en forma de #cuchicheo que este reconocimiento no es para Wilfrido Vargas… es para el merengue, es para RD”

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