Producir películas es concebir y ejecutar todas las tareas que las hacen posible. El procedimiento operativo debe desarrollarse dentro del cronograma e intrínsecamente del presupuesto. En modo alguno puede o debe ser un medio para lograr otras cosas en el cine.

Entonces, la profesión de productor debe ser esencialmente una vocación, sobre todo porque su trabajo es conceptual y técnico a la vez. Debe saber de cine más que cualquiera en el equipo y primordialmente tener talento visionario de lo que debe ser el producto final.

En el cine dominicano los mejores proyectos son los que cuentan con un excelente productor que, muchas veces, suele ser el director y a la vez guionista.

Eso le imprime eficacia al desarrollo de una dinámica única que persiga identidad, como ya está más que comprobado. Nos obstante, el concepto del filme necesariamente lo viene dando el ideólogo originario del proyecto, aunque no figure como productor, pero puede aparecer como “productor asociado”.

Existe en la cadena de mando lo que se conoce como productor ejecutivo, que es el que capta recursos y es garante del presupuesto, y la figura de ´dirección de producción´, que fundamentalmente administra recursos y coordina a los miembros del equipo, al tiempo que es quien traza pautas en el día a día de la filmación; en resumen, toda la infraestructura está bajo su responsabilidad.

Por su parte, el productor general tiene el encargo de tomar decisiones que hagan potable ese producto al gusto del público o que se dirija a un público en específico.

Una empresa productora no es lo mismo que un productor, en el cine dominicano. La empresa productora suele fundamentar su estrategia en la producción de películas únicamente basadas en la ley de cine, debido a que apenas tiene que conseguir los inversionistas y con el aval del Estado producir sin riesgos. En ese sentido, es el negocio con menos riesgo financiero en el sistema de negocios e industria del quehacer cinematográfico dominicano.

El productor suele estar mucho más interesado en determinados proyectos de su gusto y no del gusto del mercado, necesariamente. En RD el interés siempre, o casi siempre, o lo que tiene mayor apoyo es el género comedia, porque suele estar garantizado en su distribución y exhibición gracias al gusto popular. Además, pesa la idea de los inversionistas en que la comedia tiene fácil salida en el mercado, lo que es verdad desde un punto de vista en el caso de las puramente comedias dominicanas, aunque se ha visto que no siempre pegan en el gusto del público que asiste a ellas.

Aunque los incentivos (inversiones) que formaliza el Estado mediante la ley de cine no tienen que devolverse (reembolsarse) y, por tanto, no hay presión al productor para que la película tenga éxito taquillero, es posición sine qua non de la DGCINE que se haga todo el esfuerzo posible para que se tenga éxito de público, o que se afine el esfuerzo para que se potencialice la propuesta y se tenga vocación para ganar distinciones o premios internacionales, o al menos reconocimiento de la crítica de cine. Así se hace muy obvia la intención de que se produzcan películas bien características de una “Marca País”.

Quizás el mejor método de medición de lo que es un auténtico productor o productora de cine en RD apoyados en la ley de cine, es el buen tránsito que pueda tener una película fuera del país, donde tiene que competir en festivales o que pueda ser objeto de interés para su distribución. Que genere en RD éxito taquillero y a la vez buena crítica son dos aspectos a definir, lo que es producir cine con su propio estilo, con su propia marca. Una tarea por venir.

Un grupo destacado en la industria dominicana

Algunos de los productores más exitosos, debido a que llevan varios proyectos realizados en esa línea, son: Desirre Peña, Danilo Reynoso, Archie López y Leticia Tonos, quien además de productora es guionista y directora. Entre ellos, Danilo Reynoso conquistó en el 2017 la estatuilla a Mejor productor de los premios La Silla, por su trabajo en el largometraje La Familia Reyna. En ese mismo renglón ganó este año Fernando Rivas (Veneno, primera caída: El relámpago de Jack).

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