Reveló que las lesiones que ha sufrido en los últimos dos años lo frustraron tanto que en 2017 quiso dejar el atletismo

Las medallas y los triunfos son públicos, pero las horas de dolor y los momentos de frustración siempre se quedan en el anonimato. Lo anterior es lo que mejor puede describir al velocista Luguelin Santos, en los últimos años afectado por una secuela de lesiones que casi logran quebrarlo.

Santos reveló que el último de una serie de problemas físicos, una fractura en la cadera izquierda, por poco lo aparta definitivamente del atletismo. “No fue ni una ni dos veces que pensé retirarme”, declaró el medallista olímpico dominicano durante una entrevista con elCaribe. “Esa lesión fue completamente extraña, una que nadie la había tenido, en el mundo del atletismo el único que la ha sufrido fui yo. Me dijeron, bueno, si te recuperas, son seis meses para volver a entrenar, y, si te recuperas, son seis meses más para volver a correr, eso, si me recuperaba. Yo lo hice en tres meses”. Esa lesión puso a prueba la voluntad de Santos, pues se encargó de revivir los otros constantes momentos amargos provocados por anteriores lesiones, como la de 2016, cuando sufrió una ruptura grado 1 en uno de los músculos isquiotibiales (hamstring) de su pierna izquierda.

Pero nada de eso pudo con este atleta de Bayaguana, Monte Plata, quien se preparó de campana a campana para ir a Barranquilla a buscar esa medalla de oro en los recién finalizados Juegos Centroamericanos y del Caribe. Por supuesto, Santos no logró solo rebasar la frustración y las intenciones de retirase. “Yo diría que estuve en 80-20% para retirarme. Estuve cerca”, dijo. “Estaba trabajando con una sicóloga en Puerto Rico, Nin García, y también con mi entrenador Ludwig (Rubio), quien un mes antes compró un aparato de onda de choque, pero menos potente que el de Milton (Pinedo). Ese tratamiento costó cinco mil dólares en Puerto Rico”.

Reconoce que para rebasar esos momentos, un atleta no solo tiene que contar con personas y profesionales a su alrededor, también tiene que tener una voluntad y una fe inquebrantables. “Hubiese sido otro y cuando me lesioné cierro la temporada y punto”, sostuvo. “Pero yo no, me recuperé y dije que quería la primera medalla de oro en individual en un Mundial Bajo Techo para la República Dominicana y así lo hice, aunque me descalificaron”. Luguelin agradeció al doctor Milton Pinedo, quien fue el responsable principal de su recuperación física y cita con lujo de detalles el aparato de onda de choques con el que el profesional de la medicina deportiva le trataba. “Eso es lo máximo”, apunta Santos. “Eso es lo mejor del mundo, es 1 a”.

Igual, el campeón dominicano tuvo palabras de agradecimiento para el programa Creando Sueños Olímpicos (Creso), que, según dijo, a pesar de las lesiones, nunca le abandonó. “Gracias al programa Creso, que desde que el año pasado tuve la lesión en la cadera, me ha apoyado todo el tiempo”, agregó. “Y me comprometo con las personas que me ayudan y Creso dio el 100% y yo di el 100%, porque fui a Barranquilla mucho mejor de lo que esperaba, fui a buscar ese oro para la República Dominicana”.

El atletismo está bien, pero puede estar mejor

Santos emitió un mensaje a la juventud en sentido general de alejarse de los vicios y llevar una vida disciplinada. Él deja claro que no se trata de una arenga en contra de sus compañeros de deportes en República Dominicana, pero sí reconoció que muchos de ellos no están en mejor situación porque no se enfocan en lo que tienen que hacerlo. “La verdad es que al atletismo dominicano está mucho mejor ahora”, expresó. “Pero la mayoría está peor por ellos mismos. Es bueno ir a discotecas y hacer desarreglos, pero tú tienes un solo cuerpo para entrenar y para hacer desarreglos”.

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