La Biblia aconseja cuidarnos del corazón porque es engañoso, estas palabras retan las de quienes continuamente afirman lo contrario. Algunos pasan años guardando un sentimiento esperando que el favor y la complicidad del tiempo lo conviertan en una realidad aceptable, pero íntimamente saben que eso nunca será “una verdad”, no obstante, aprovecharán cualquier oportunidad para establecer su modo de sentir y pensar. La libertad es válida siempre que no nos haga reos de un engaño, igualmente, la cautividad es respetable cuando obedece a la práctica de lo correcto, noble y justo. No confundamos “permitido con aceptable”, ni “correcto con razonable”, generalmente, cuando el corazón calla es porque miente, y se amarra al orgullo aunque por dentro reviente. Cuidado, si lo que te da vida es una mentira, ya estás muerto.