Sentosa, Singapur. El presidente Trump estrechó la mano este martes con el líder norcoreano Kim Jong Un en un aislado centro turístico de lujo, revirtiendo décadas de hostilidades entre Estados Unidos hacia Corea del Norte.

La histórica cumbre ha sido interpretada por Trump como una apuesta extraordinaria de que su atención personal ayudaría a romper un ciclo de política nuclear arriesgada y evitaría un enfrentamiento militar.

Trump y Kim se reunieron justo después de las 9:00 de la mañana, hora local, en el gran hotel Capella en un escenario con una alfombra roja y banderas alternantes de Estados Unidos y Corea del Norte. Ambos se saludaron y luego se volvieron hacia un pequeño grupo de periodistas para fotos e imágenes.

El presidente le indicó a Kim que abandonaran el escenario, y los dos hombres se retiraron a una sala privada para reunirse uno a uno, acompañados solo por sus intérpretes.

Cuando se sentaron uno junto al otro en un par de sillones, Trump declaró: “Es un honor para mí, y tendremos una relación excelente, no tengo dudas”.

Kim habló en coreano, diciendo que “los viejos prejuicios y prácticas funcionaron como obstáculos en nuestro camino a seguir, pero los hemos superado a todos, y estamos aquí hoy”.
El saludo sin precedentes entre el líder no ortodoxo de la nación más rica y poderosa del mundo y el gobernante del país más hermético del planeta se habría considerado casi inimaginable hace apenas unos meses, cuando Trump y Kim intercambiaron amenazas e insultos.

Pasada las 10:00 de la mañana hora de Singapur ambos dirigentes sostuvieron un segundo encuentro, que culminó al filo de las 11:00 a.m. Luego las delegaciones de ambos países se reunieron y se esperaba que pasada la 1:00 de la tarde se diera a conocer un documento con los puntos tratados.

Kim Jong Un y Donald Trump se reunieron solos y luego con sus delegaciones.

Cumbre busca relanzar relaciones EEUU-Corea

La cumbre buscaba una nueva era en las relaciones entre EEUU y Norcorea. Pero de por medio estaba la realidad más espinosa de que las dos partes seguían divididas en temas cruciales y un camino hacia adelante en un plan de desnuclearización, que podría tomar años en completarse y que probablemente enfrentaría obstáculos potenciales significativos en el camino.

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