El conductor tenía problemas para respirar después de que los agentes llegaron, lo esposaron y le quitaron una pistola semiautomática de la cintura. Fue trasladado a un hospital para ser atendido y posteriormente arrestado para que se le investigue por homicidio en primer grado.
En un comunicado, Uber señaló que le retiró a Hancock el acceso a su aplicación y que colaborará con la policía.
“Nos preocupan mucho los eventos ocurridos hoy en Denver. Enviamos condolencias a las familias de los involucrados”, afirmó la compañía.
Uber le prohíbe a sus conductores portar armas de fuego, excepto en los estados que expresamente le prohíben a las empresas que prohíban las armas.
Colorado le permite a los choferes traer armas para protegerse a sí mismos y a sus posesiones. Sin embargo, Andrew Hasbun, portavoz de Uber, dijo que la política de la compañía sí se aplica en el estado.
Kim recibió numerosos balazos y se encontraron 10 cartuchos usados a orillas de la carretera, al otro lado de los carriles donde el sedán plateado de Hancock se estrelló de frente contra el muro de una rampa de acceso.
El conductor está detenido en la cárcel de Denver y se desconoce si tiene un abogado. Dependerá de los fiscales decidir si le imputan cargos de homicidio o de cualquier otro delito.
Los registros judiciales muestran que Hancock ha sido multado algunas veces por violaciones al reglamento de tránsito, pero no tiene antecedentes penales en Colorado.