“Mi esposa Casandra es mi lumbrera”

El músico Martín Mena cuenta con un pasado glorioso, lleno de historias. A sus 81 años, mantiene fresca en su memoria la época de esplendor y fama de la que gozó en los años 60 y 70 cuando componía canciones para artistas de la talla de Johnny Ventura, Fausto Rey, Vicente Pacheco, Luisito Martí y el músico venezolano Billo Frómeta, entre otros artistas.

Panchito explica que “a mí nadie me enseñó a tocar el piano, aprendí con Dios; y las inspiraciones para mis composiciones también me las dio Dios

El músico Martín Mena cuenta con un pasado glorioso, lleno de historias. A sus 81 años, mantiene fresca en su memoria la época de esplendor y fama de la que gozó en los años 60 y 70 cuando componía canciones para artistas de la talla de Johnny Ventura, Fausto Rey, Vicente Pacheco, Luisito Martí y el músico dominicano que se radicó en Venezuela, Billo Frómeta, entre otros artistas.

Este artista, que por décadas brindó su arte musical a toda una generación que siempre reconoció su talento, recuerda que fue en el hotel Napolitano donde inició su trayectoria, sentando ahí las bases para consagrarse como un músico que amenizó las noches para los amantes de la música suave.

Como músico y compositor, mostró destrezas en distintos géneros como el bolero, el merengue, la salve y hasta la salsa, los cuales tocaba junto a su orquesta con Willy Contreras, el cantante del grupo.

Sus composiciones amenizaban los ambientes musicales de la época, las que también fueron grabadas por músicos como Bienvenido Bustamante, Jorge Taveras, Félix del Rosario y Rafael Solano, con el que además llegó a hacer colaboraciones.

De aquella época, Panchito como mejor es conocido, recuerda que “yo tocaba de todo. Mi repertorio era bien amplio”. El músico cuenta que ahora mismo ha parado las composiciones, por el estado delicado de salud en que se encuentra. Sin embargo, como se siente artista en cuerpo y alma, dice, aún vive de los recuerdos musicales que marcaron toda su vida.

1. Niñez
Yo era un muchacho muy travieso, lo reconozco. Estudié casi en todos los colegios, porque como era tan travieso me tenían que cambiar de colegio a cada rato, me tenían que sacar por mis travesuras, por tremendo. llegué a estudiar en los colegios La Salle, Santos Tomás de Aquino, La Milagrosa, Sata Ana… es que era tremendo; pero cuando me disponía a sacar buenas notas lo hacía y la gente se sorprendía. Recuerdo que antes, los estudiantes recibían diplomas por su comportamiento, a los que se portaban bien les otorgaban diplomas dorados, y los que se portaban mal les daban diplomas rojos. Entonces, cuando yo sacaba un diploma dorado mis familiares se ponían locos de la alegría, porque sabían que yo ponía todo de mi parte para portarme bien y para sacar buenas notas. Estudié hasta tercero de bachillerato, porque me dediqué de lleno a la música… y es que cuando te jala la naturaleza tú no le puedes decir que no”.

2. Compositor
La primera canción que compuse fue una salve que se llama “La Salve de Locos”, que ahora apareció con tres versiones diferentes, que yo no había escuchado; una de ellas es cantada por Luis Quintero. Le compuse a Fausto Rey “Sin tu amor”, “Lo Imposible”, “Mi decisión”, entre otras muchas canciones. Ahora mismo supe de una canción que me grabó Luis Sánchez, y yo no sabía que la había grabado; se llama “No eres feliz”, me lo dijo una de mis nietas que la escuchó. Hay muchísimas canciones que les compuse a Joseíto Mateo, Guarionex Aquino, Elenita Santos, en La Voz Dominicana. También le compuse a Johnny Ventura, que me opaca, en un sentido, porque nunca dice que él grabó temas míos; Luisito Martí me grabó tres, entre ellos, “Por Cobardía” y el merengue “El Caimito”. Compuse también “El Jalaero”, que era un merengue; “Salve Mericumbé”, y el último quien lo grabó fue Billo Frómeta, en Venezuela, antes de morir. Yo les di varias composiciones a muchísimos cantantes que vinieron aquí, no supe si las grabaron o no, pero yo sí contacté con ellos, como son Benni Moré, Fernando Albuerne y Chicho González, de Puerto Rico, entre otros cantantes. También compuse para Frank Cruz con Félix del Rosario, quien me grabó un disco titulado “Es mi decisión” y “Compai Fedé”, entre otros merengues. Tuve muchos amigos que fueron grandes lumbreras del país, uno de ellos era Radhamés Reyes Alfau, él era que le hacia la música a las películas en Puerto Rico, tenía muchas amistades, como Jorge Taveras, que ahora está en Miami, el cantautor Víctor Víctor… Fue el primero que grabo para merengue en la compañía de Bienvenido Rodríguez junto a mi conjunto Panchito Martín Mena, con Willy Contreras, que yo lo tenía de cantante que lo pegamos que con “Que hago aquí”, “sin tu amor” el “Jalaero”, entre otros merengues, y el Bienvenido Rodríguez La Z nunca me pago, y ahora ni siquiera responde el teléfono”.

3. Músico
Además de compositor, también toqué el piano; aunque reconozco que no estudié música, eso surgió en mí de forma natural. A mí nadie me enseñó a tocar el piano, aprendí con Dios. Las inspiraciones para mis composiciones también me las dio Dios. Fui director de mi propio conjunto de música, que se llamaba Panchito Martín Mena y su Grupo. Duré mucho tiempo tocando en el Restaurante Napolitano, que en ese entonces era de Manuel Pimentel, y ellos eran también dueños de Radio Mil, ahí tocaba todos los días. Además de tocar el piano, era el director del grupo. Luego estuve en Puerto Plata, toqué en el Hamaca por 19 años; en el Hotel Comodoro y El Quisqueyano. Recuerdo que cuando estaban haciendo este último hotel, Manuel me mandó para La Feria, a donde Rafelito Martínez, que tenía el conjunto ahí, y en el hotel me hicieron mi tarima aparte para tocar”.

4. Esposa
Mi esposa Casandra es mi lumbrera, con ella tengo tres hijos; además, tengo cuatro hijos más de mi primer matrimonio, pero ellos viven en Estados Unidos. Entre nietos y biznietos tengo alrededor de 30. Casandra y yo nos conocimos en los años 70, yo tocando en El Napolitano. El día que nos conocimos ella me contó que estaba en un Festival del Merengue y comenzó a llover; entonces, ella y su amiga, Brígida Martínez, entraron al restaurante para no mojarse y, en un receso que tuve, la vi y me acerqué y la invité a que me viera tocar. Ahí surgió una gran amistad entre nosotros de muchos años, luego nos enamoramos y en 1980 nos casamos. Tenemos tres hijos, dos varones y una hembra. Somos una familia muy unida, siempre al servicio de lo que nos necesiten”.

5. Conducta correcta
Siempre he sido una persona que anda por la derecha, gracias a Dios nunca me doblé. Yo ayudé a Yoryito Cabrera, un cantante de aquí muy jocoso. Recuerdo que estaba grabando un long play de merengue con una guitarra toda desafinada y le dije que eso no podía salir, porque nadie iba a poder aprovechar nada de lo que había en ese disco. Entonces se lo grabé de manera gratuita, y luego él se ganó un disco de oro en los Estados Unidos con la canción “La carne lo mató”. Él quería que fuera para allá cuando le entregaran el premio, pero no pude”.

6. Satisfacción
La única satisfacción que tengo es la de haber recibido, aunque fuera ahora a mis 81 años, un homenaje que me hiciera el Consejo Directivo de la Sociedad General de Autores, Compositores y Editores Dominicanos de Música en diciembre pasado, en el que me reconocen por mi valioso aporte a la canción popular y por enriquecer con la calidad de mis composiciones la música dominicana. Esa ha sido mi mayor satisfacción, aunque sea ya a esta edad de mi vida”.

7. Socio de un club
Fui socio honorífico del Golfito Tenis Club, que era uno de los mejores clubes de aquí; fue a raíz de ahí que surgió el Club Naco, el Santo Domingo Tenis Club; solamente la familia Trujillo y yo éramos socios. Recuerdo que me gané ese mérito luego de realizar una kermes allá. En el Golfito tenía mis amigos de juventud, grandes empresarios, industriales, banqueros y la familia Trujillo; allí nos reuníamos para compartir. Entonces la dueña del club tenía un piano y yo lo tocaba, fue ahí que aprendí y donde me fui perfeccionando. Me gustó mucho ese instrumento y arranqué sin haberlo estudiado. Toqué también en el Santo Domingo Country Club”.

8. Legado
Un legado que dejaré es mi música, y a mis hijos encaminados por la línea directa, por la línea fuerte. Mi esposa Casandra es mi todo, ninguna mujer hace lo que ella hace por mí. Quiero que me recuerden con mi música, que pongan mi música, así estaré siempre presente”.

9. Decepción
Estoy muy decepcionado con la falsedad de la gente. En este medio, a lo largo del tiempo, te olvidan cuando ya tú no les puedes ayudar y no puedes ser una fuente de ingresos para ellos. Agradezco a Mario Díaz, Ismael Hernández, Eloy Tejera que siempre están entregados a mí; me buscan, me visitan, me llaman y siempre están pendientes de mi salud. Ahora que estoy enfermo, que no puedo movilizarme, solo me queda estar tranquilo pensando, soñando con mis canciones y viviendo de los tantos hermosos recuerdos que guardo en mi mente y mi corazón. Muchos de los artistas que les compuse nunca decían que esas composiciones eran mías, fueron pocos los que me daban el mérito de mis composiciones; mejor mencionaban otros nombres, pero nunca el mío. Muchos artistas nunca me pagaron nada, ni siquiera me regalaban un long play”.

10. Esperanza
Hacen dos años que solicité una pensión vía el Ministerio de Cultura, cuando aún estaba en ella José Antonio Rodríguez. Incluso, él mismo nos orientó sobre los pasos que teníamos que dar para conseguirla. Hicimos todo lo que nos dijo y la depositamos, la recibieron con su trayectoria y lo que pedían; entonces ahí vinieron las elecciones y José Antonio fue sustituido por el actual ministros Pedro Bergés. Sabemos que la solicitud está en la Presidencia, ahí descansa; lo sé porque siempre llamamos para verificar y siempre me dicen que ahí está, que aún no ha sido aprobada. Sin embargo, han sido entregadas otras pensiones, tal vez a personas que necesitan menos que yo, que están en mejor estado de salud que yo porque si yo no la necesitara no la hubiera solicitado”.

Una generación de músicos

“Nací en Santo Domingo. Mi padre se llamaba Francisco Martín Moreno y mi madre Ofelia Mena Mancebo. Vivíamos en una casa frente al cementerio de la Avenida Independencia, luego nos mudamos a la calle Caonabo en Gazcue, y así fuimos escalando.
Éramos una familia de tres hermanos, el mayor murió hace años y quedamos solo mi hermana Nany y yo. Ella tiene 84 años, vive en Nueva York, es tres años mayor, yo tengo 81 años.

Recuerdo que mi papá era loco con sus hijos, sobre todo conmigo. Hacía de todo para ayudarme a conseguir mis metas. Mi mamá también, el murió en 1968 y mi mamá en 1986, siempre los recuerdo con mucho amor.

Toda mi familia siempre me ofreció su apoyo, vengo de una familia de músicos. Mi tía Elila Mena, mi abuelo Gerardo Mena, a quien destinaron una calle con su nombre en Los Minas; Oscar Luis Mena, en fin, mi familia estaba compuesta de músicos”.

Recuerdos
“Yo era un muchacho muy travieso, lo reconozco, estudie casi en todos los colegios, porque como era tan travieso me tenían que cambiar de colegios a cada rato debido a mis travesuras”.

Revelación
“Muchos de los artistas que les compuse nunca decían que esas composiciones eran mías, fueron pocos los que me daban el mérito de mis composiciones, mencionaban otros nombres, pero nunca el mío”.

Inicios
Duré mucho tiempo tocando en el Napolitano, que en ese entonces era de Manuel Pimentel, dueño de Radio Mil, ahí tocaba todos los días”.

Amistades
Tuve muchos amigos que fueron grandes lumbreras del país, uno de ellos era Radhamés Reyes Alfau. Él hacia la música de las películas en Puerto Rico”.

Tema
Hice un tema para Miriam Cruz y otro para Fefita, pero nunca se los envié, porque soy muy comedido en eso; si le digo a un artista que le tengo un tema y no dice nada, no sigo insistiendo”.

Proyecto
Estamos recopilando todos mis temas, porque tenemos pensado lanzarlos. Tenemos grabados varios CD con más de 80 temas, pero nos quedan muchos por recopilar, ya que hay muchos que no aparecen”.

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