Vivir en un ambiente húmedo aumenta la posibilidad de contraer enfermedades respiratorias y pulmonares, a la vez que agrava las reumáticas

Al igual que un bajo nivel de humedad en el ambiente puede causar efectos negativos en nuestra salud, un nivel de humedad de más de un 65% también puede ser perjudicial para el organismo. El problema no es tanto la humedad en sí misma, sino los microorganismos que se reproducen en superficies húmedas.

Cuando la humedad ambiental, es decir el vapor de agua que “flota” en el ambiente se condensa, se deposita agua en estado líquido en superficies como alfombras, paredes, techos… Si estamos hablando de superficies bien ventiladas y soleadas, el agua condensada volverá a evaporarse con el calor. Sin embargo, en estancias poco ventiladas y con alto nivel de humedad ambiental, las zonas umbrías de la habitación tenderán a estar permanentemente húmedas: lugar ideal para la proliferación de ácaros y moho.

Recientemente se habló sobre los daños irreversibles causados a muchas piezas por los hongos y bacterias detectados en el Museo Nacional de Historia y Geografía, donde incluso sus empleados han enfermado de conjuntivitis y han sufrido afecciones en la garganta y la nariz. Una bacteria, cuyo nombre no se dio a conocer, afectó al edificio, lo que obligó a su cierre para fines de fumigación.

En este sentido, abordamos a la dermatóloga Patria Ovalles, quien explica que los ambientes cerrados durante mucho tiempo, oscuros y sin ventilación, acumulan gran cantidad de humedad.

“Muchas personas tienen una alta sensibilidad, y enseguida entran a un lugar bajo estas condiciones empiezan a rascarse o estornudar. Esto ocurre con frecuencia en ambientes como closets y bibliotecas, donde hay acumulación de objetos guardados durante mucho tiempo. En lugares donde hay filtraciones, el grado de humedad es aún mayor ‘’, sostiene Ovalles.

La dermatóloga explica que esta condición crea medios de cultivo propicios para el desarrollo de ácaros y de cepas de hongos, que se vinculan a enfermedades infecciosas o alérgicas, que muchas veces se convierten en afecciones crónicas que dañan la salud y calidad de vida de las personas que están expuestas.

“En ese sentido, vemos condiciones de piel como dermatitis atópica, probablemente la más relacionada con estos casos de humedad; infecciones por hongos superficiales, como las tiñas y onicomicosis que aumentan su frecuencia en estos ambientes”, abunda.

En casos extremos de humedad acumulada de larga data, las infecciones pueden llegar a afectar las vías respiratorias superiores y órganos como pulmón y cerebro, pudiendo incluso comprometer la vida del paciente, como es el caso de enfermedades por Aspergillus, un hongo que puede ser aislado en estos ambientes. Estos casos mayormente se ven en pacientes que tienen alguna otra condición asociada o alguna deficiencia inmunológica.

Actualmente- sostiene Ovalles – se considera que los hongos son la tercera causa más frecuente de patología alérgica respiratoria, tras los ácaros y el polen, que igualmente son desencadenantes de crisis de dermatitis atópica, afectación de la piel más frecuente en niños, que se caracteriza por crisis de rash puntuales tipo eczema, especialmente en pliegues, que producen mucho picor y resequedad de la piel.

Patria Ovalles recomienda que es importante el tratamiento individual adecuado en cada caso, a la vez que resalta la necesidad de implementar medidas profilácticas, haciendo énfasis en la prevención.

En este sentido, sugiere medidas como airear las zonas oscuras y húmedas para, si no erradicar por completo, al menos bajar los grados de humedad propios de nuestro clima.

Favorece la utilización de pintura anti-moho y fungicidas en sitios que tengan tendencia a humedecerse.

Desinfectar y mantener aireados ambientes como la cocina y el baño, que tienden a acumular mucha humedad y calor.
Si tiene acondicionadores de aire, limpiar los filtros frecuentemente.

En ambientes cerrados los equipos deshumificadores de aire son de gran ayuda para controlar la humedad, y contribuyen a mejorar los síntomas.Usar aspiradora con frecuencia y evitar alfombras, cortinas y peluches en las habitaciones de personas sensibles.

Además de visitar al especialista que pueda ayudar en cada caso, mantener el control de humedad en la casa y área de trabajo es fundamental para garantizar una buena calidad de vida.

Ácaros, hongos comunes

Los ácaros son una subclase de arácnidos. Existen casi 50 mil especies descritas y se estima que hay entre 100 mil y 500 mil que todavía no han sido descubiertas. La mayoría son diminutos y alcanzan unos pocos milímetros de longitud. El ácaro de los folículos humanos mide solo 0.1mm y los ácaros del polvo doméstico miden entre 0.2 y 0.5mm. Los ácaros habitan en el interior de todas las casas, incluso en las más limpias. Se les puede encontrar entre la ropa de cama, en las cortinas, peluches, colchones y alfombras.

En viviendas con un alto nivel de humedad, su vida se prolonga y se reproducen mucho más rápido. Los problemas que pueden surgir con los ácaros van desde asma y rinitis, hasta conjuntivitis alérgica y dermatitis atópica.

Dato
La acumulación de humedad puede generar moho en diversos rincones de la casa, además de ácaros y bacterias. Una adecuada ventilación puede ayudar a combatirla.

Cuidado
La humedad en la casa (filtraciones por ejemplo) ya no solo es un problema para la vivienda, esta condición también afecta directamente a la salud y calidad de vida de quienes la habitan.

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