La exhibición de Salah fue exquisita frente a una ingenua defensa de la Roma. Con su estadio Anfield hecho una caldera, Liverpool marcó sus cinco goles en un abrumador lapso de 33 minutos entre el final del primer tiempo y el inicio del segundo.
El equipo italiano revirtió un 4-1 adverso ante el Barcelona en los cuartos de final, y los goles de consuelo de Edin Dzeko y Diego Perotti en los últimos diez minutos les dejó con un déficit similar para remontar.
Bayern Múnich se las verá con el Real Madrid en la otra semifinal, cuyo partido de ida se jugará el miércoles en Alemania.