Mujer. Archivo. Foto Kelvin Mota
Mujer. Archivo. Foto Kelvin Mota
Las personas con este trastorno se horrorizan con los cambios que sufren debido al paso de los años

En un mundo obsesionado con la imagen, con el culto a la juventud, a la lozanía, en fin, a la estética, es normal que la gente cuide de su apariencia y su salud. La publicidad que circula en los medios, tanto digitales como impresos, tiene un sello de juventud inquebrantable.

Modelos jóvenes y esbeltos. Poco espacio se deja a los envejecientes.

Si no somos lo suficientemente seguros de sí mismos y contamos con una equilibrada autoestima, es fácil que de tanta publicidad terminemos sintiéndonos viejos y feos, en el mejor de los casos. Rechazados, en el peor.

Mientras nuestra preocupación de cuidarnos tenga como norte procurar un buen estado de salud y deseemos llegar a la vejez en las mejores condiciones posibles, sin depender de terceros y no ser carga de nadie, no hay de qué preocuparse. No debemos olvidar que cada edad tiene su encanto, que podemos envejecer con dignidad asumiendo las limitaciones propias de los años, no queriendo esto significar que nos abandonemos, muchos menos salir de circulación, dejando de socializar.

Ahora bien, si mostramos un miedo irracional a envejecer, ya la situación cobra otro matiz. Se torna patológico.

Hay quienes el solo hecho de verse una arruga es sinónimo de depresión; y esto si es preocupante, porque encaja perfectamente en lo que se conoce como fobia, en este caso, a envejecer. A esto se le conoce como Gerascofobia o Gerantofobia.
Suele iniciar su desarrollo a mediado de los 30, cuando las arrugas hacen acto de presencia. Como toda fobia, genera un trastorno de ansiedad.

Puede verse influenciada tanto por la publicidad como por algún episodio que haya marcado su vida. El miedo a la soledad es otro factor desencadenante.

Dagoberto Güílamo, geriatra.

Para abordar el tema con propiedad, entrevistamos al doctor Dagoberto Güílamo, geriatra con 31 años de experiencia.

 

 

¿A qué se asocia el miedo a envejecer?
Lo primero es que debemos diferenciar los términos: gerontofobia, es el miedo injustificado, persistente y anormal a la gente anciana. Hay descritas más de 250 fobias diferentes y esto nada tiene que ver con el miedo a envejecer, cuya terminología médica o psicológica es gerascofobia, que viene de geras (vejez) y fobia (miedo).

¿Qué factores influyen?
Las personas con gerascofobia se espantan por algunos de los cambios que vienen con la vejez, como la necesidad de depender de otros, la pérdida de la movilidad y, posiblemente, de ser trasladado a una casa de retiro. La disminución de la salud es otra de las preocupaciones comunes de los pacientes con la fobia. Sufren de manera excesiva, preocupados por perder su apariencia juvenil.

¿Qué rasgos caracterizan a las personas que padecen de fobia a envejecer?
La gerascofobia tiende a desarrollarse en la mayoría de los pacientes cuando están en sus treinta y tantos años, en la época cuando los signos de envejecimiento, como las arrugas, pueden comenzar a aparecer. El conocimiento de estos cambios puede producir la fobia. Se cree que los factores externos, tales como las imágenes en los medios de comunicación y el valor atribuido a los jóvenes en muchas sociedades también pueden contribuir al problema.

¿Alguna vivencia lo puede desencadenar?
No está claramente estudiado que alguna vivencia lo desencadene. Lo que sí se observa es que son personas que gozan de buena salud física y mental, con excelente apariencia y, por lo regular, pertenecientes a los estratos medios y altos de la sociedad, quizá por ser los grupos sociales que prestan atención a la presión social mediática del culto a la juventud y su alcance financiero para acceder a tratamientos antienvejecimiento.

¿Un trastorno guarda relación con el aspecto psicológico?
Indiscutiblemente que sí. Como expresamos antes, son personas que su edad física no refleja su edad cronológica, lucen mucho más jóvenes y saludables que sus pares de su edad.

¿A quiénes afecta más? ¿Hombres o mujeres?
La condición se cree que es más común entre las mujeres, aunque en nuestra práctica vemos ambos sexos con esta
condición.

¿Qué sociedades adolecen más de esta condición?
Probablemente las sociedades occidentales, con su constante bombardeo al culto a la belleza y la juventud, pero esto no está estudiado. Es una hipótesis basada en que las sociedades orientales veneran y respetan a sus ancianos, por tanto, se esperaría estar preparados para esta nueva etapa de la vida.

¿Puede esa condición acelerar el envejecimiento?
No lo afecta.

Como geriatra, ¿puede decirnos a que obedece el proceso de envejecer?
Hay muchas teorías que tratan de explicar el proceso de envejecimiento, la más socorrida y probablemente aceptada es la Teoría Programada Genéticamente, pues todas las especies tienen una expectativa de vida máxima definida, basada en su código genético.

¿Cómo se trata la gerascofobia?
La superación del miedo a envejecer se basa en un fuerte tratamiento psicológico de terapia y auto convencimiento. Según los expertos, hay varios puntos que conviene reforzar:

Ciclo vital, la vida tiene etapas y cada una tiene sus puntos positivos y negativos. Lo que debemos es aprender a sacar lo bueno de cada etapa. Debemos sentirnos dichosos de haber podido disfrutar de cada una de ellas (infancia, juventud, adultez) y haber podido llegar a la vejez. Evitar tomar decisiones apresuradas mientras se está en crisis (en este caso por gerascofobia) porque de seguro nos arrepentiremos de haberlas tomado. Lo más importante es aceptar el paso del tiempo. Envejecer no solo depende de la edad, la edad está en la mente. No es más viejo quien más arruga tiene.

Lo recomendable es visitar al especialista. Cada caso es individual.

Advertencia
Este trastorno produce dependencia de los procedimientos estéticos para combatir el paso de los años.

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