Debido a un “tecnicismo legal”, la Primera Sala de la Corte de Apelación de Santo Domingo no pudo conocer ayer la variación de la medida de coerción, de prisión preventiva a presentación periódica, al doctor Julio Gómez y su sobrino
John Arias.

Dicha medida fue aplazada sin fecha, ya que el juez del Primer Juzgado de la Instrucción de Santo Domingo revisó (al cumplirse el plazo de los tres meses) la medida de prisión preventiva que le había impuesto la jueza de Atención Permanente, Mary Rodríguez, a Julio Gómez y a su sobrino.

Carlos Díaz y Margarita Reyes, abogados de Gómez, dijeron que tras cumplirse el plazo, de manera administrativa, el juez de la instrucción debe revisar la medida convocando las partes, pero a ellos no se les convocó y el magistrado, que al parecer desconocía que se había sometido un recurso de apelación a dicha medida, prolongó el plazo de la misma por tres meses más.

“El hecho de que el juez de la instrucción mantuviera la medida de coerción y emplazara al Ministerio Público a que documente su acusación, provocó que la Corte aplazara el conocimiento de la variación de medida, hasta que nosotros presentemos de nuevo la apelación del caso, ahora en base a la nueva prórroga que dictó el juez de la instrucción”, explicó Reyes.

Quejas

Ante los gritos de la esposa de Gómez, Luisa Torres, sus hijas y la protesta de los feligreses de la iglesia que pastoreaba Gómez, y los vecinos del galeno, sus abogados lamentaron que ese “tecnicismo legal” haya evitado el conocimiento de la variación de la medida y el médico ginecólogo deba permanecer en prisión hasta que se someta nueva vez la apelación. “Esto es una injusticia, hemos tenido que recurrir a sicólogos, porque no tenemos paz, mis hijas no se concentran en sus estudios y tuvimos que abandonar nuestra casa por las amenazas”, dijo la esposa de Gómez.

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