“Educador, editor, librero y pastor de almas”

Continuamos con la segunda y última parte de la vida de don Julio Postigo. Esta vez nos enfocaremos en destacar dos de los ministerios cristianos para los cuales trabajó con tanto amor, así como algunos de los reconocimientos que le fueron otorgados durante su larga trayectoria.

Gedeones internacionales

Una de las actividades en las que don Julio participó activamente y que le produjo grandes satisfacciones fue en el ministerio de los Gedeones Internacionales, organización cristiana de carácter interdenominacional, formada por hombres de negocios y profesionales dedicados a la distribución de copias de la Biblia traducida a varios idiomas y distribuidas en más de 190 países. Postigo fue miembro fundador del capítulo en nuestro país junto con George Lockward Stamer, periodista e historiador de la iglesia protestante. Postigo siempre mostró un profundo desvelo por servir a la sociedad dominicana, y perteneció al ministerio de los Gedeones hasta la hora de su muerte. Desde la desaparición de Trujillo en 1961, muchos de los presidentes del país, secretarios de las Fuerzas Armadas, los jefes de Estado mayor de las distintas fuerzas militares, secretarios de estado, regidores, profesores y estudiantes de colegios, han sido alcanzados por este ministerio. En esta primera foto, del 7 de julio de 1990, podemos ver a don Julio en entrevista concedida a El Caribe, en la cual destacaba la importancia de la unión de todos los sectores cristianos, que en nombre de la fe, tanto proclamó y por la cual vivió.

El Aposento Alto

En junio de 1980 se realizó en la Librería Dominicana la puesta en circulación de la edición para la región del Caribe de “El Aposento Alto,” pequeña revista y guía de meditaciones diarias de carácter devocional, fundamentalmente cristiana, de circulación mundial, y distribuida en más de 50 países y traducida a cuarenta idiomas, la cual tuvo como representante en el país al señor Postigo, y para la que trabajó hasta el momento de su muerte. Una de las satisfacciones que le proporcionó este ministerio consistió en haber enviado la revista a cientos de dominicanos y extranjeros que de manera personal o por carta, manifestaran interés por la publicación. Al acto de lanzamiento asistieron representantes del sector educativo y personas relacionadas con la actividad religiosa, entre las que podemos citar a Elizabeth Reynolds, representante de ventas de la región del Cibao; George Lockward, ángel Miolán, Aquiles Farías Monge, María Cristina Farías, Ovidio Vicioso Santil y el padre Mateo Andrés, entre otros. Esta revista es una de las guías de meditaciones más leídas y que gracias a la visión de don Julio aún permanece en las librerías del género en nuestro país. La segunda foto, del 30 de junio de 1980, nos muestra el momento en que el señor Postigo ofrecía detalles sobre la revista.

Homenajes y reconocimientos

Este gran servidor recibió durante su dilatado ejercicio profesional múltiples reconocimientos y homenajes por su trabajo tesonero en favor de las mejores causas, entre los que podemos citar el homenaje que los organizadores de la Feria del Libro y el Festival de la Cultura le rindieron el 20 de marzo de 1968, fecha a la cual corresponde la tercera foto, en premio a su labor como librero y editor. Este acto se efectuó en el pabellón del Listín Diario de la Feria y contó con la presencia de su director, don Rafael Herrera, así como los organizadores de la actividad, Gustavo Jiménez Cohén y Armando Almánzar; el doctor Antonio Frías Gálvez, presidente de la Sociedad Pro-Cultura; y los hermanos George y Jaime Lockward, entre otros. El 19 de septiembre de 1985, recibió el Doctorado Honoris Causa en Ciencias de la Administración de la Universidad Apec; y en ese mismo año, los directivos y el personal de la Asociación Cristiana de Jóvenes le entregaron una placa en su condición de socio fundador.

En 1987, el Gordo de la Semana, programa que producía y conducía Freddy Beras Goico, le otorgó “El Gordo del año”. En 1989, fue declarado miembro vitalicio de la Asociación Nacional de Escritores y Periodistas Evangélicos Hispanos de los Estados Unidos.

El 13 de marzo de 1990, la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores le entregó un Caonabo de Oro. En ese mismo año, la Universidad Nacional Evangélica lo reconoció por sus aportes y entrega a la educación en nuestro país.

El 9 de mayo de 1997, la Sala Capitular del Ayuntamiento del Distrito Nacional lo declaró “Munícipe distinguido”, por su labor en beneficio de la comunidad. Como homenaje póstumo, la XXIV versión de la Feria Nacional del Libro “Salomé Ureña de Henríquez”, fue dedicada a don Julio, considerado el primer gestor y pionero de esta actividad.

Este obrero de la fe, que realizó una labor altruista, noble y desinteresada, no fue ajeno a ninguna preocupación de la sociedad dominicana y siempre llevó una vida modesta y de alegría espiritual. Falleció el 22 de julio de 1996 a la edad de 92 años y con su muerte la generosidad, la cultura, el libro, la fe y el civismo perdieron un gran pilar. En su honor, una calle del sector Mirador Norte del Distrito Nacional lleva su nombre.

Posted in Cultura

Más de gente

Más leídas de gente

Las Más leídas