Favorecen más controles, pero no limitar industria del cine local

Varias personalidades ligadas a la industria cinematográfica local reaccionaron ante los planes del Gobierno de controlar las exenciones previstas para este sector del entretenimiento en el Presupuesto General del Estado del 2018, como parte de un conjunto de iniciativas dirigidas a mejorar las recaudaciones fiscales sin crear nuevos impuestos.

Marichal, Basanta y De la Cruz resaltan el crecimiento que ha experimentado la industria desde la implementación de la Ley, lo cual atribuyen a la inversión estatal

Varias personalidades ligadas a la industria cinematográfica local reaccionaron ante los planes del Gobierno de controlar las exenciones previstas para este sector del entretenimiento en el Presupuesto General del Estado del 2018, como parte de un conjunto de iniciativas dirigidas a mejorar las recaudaciones fiscales sin crear nuevos impuestos.

Para Omar De la cruz, director del Festival de Cine Global Dominicano (FCGD), “limitar pura y simplemente” el alcance de la ley con una visión puramente impositiva (ahorro de costo de la ley), afectaría el desarrollo que ha experimentado la industria cinematográfica en el país.

Sin embargo, se mostró a favor de establecer “controles reales y focalizados” para ayudar a canalizar de una forma aún más efectiva los recursos del Estado que se utilizan en el cine. “Esta parte sería positiva”, entendió.

“La Ley de Cine está ahí, sus resultados, hoy en día, son más que palpables. Todo un acervo cinematográfico nacional y una participación destacada del país ante el escenario del séptimo arte a nivel regional. Está demostrado que estamos de acuerdo con establecer controles, siempre que ellos vayan dirigidos a evitar cualquier uso irresponsable de la Ley, pero no a limitar el alcance y los beneficios”, valoró.

De La Cruz aseguró que “Nuestra ley es un ejemplo a seguir por muchos países y se ha convertido en una real industria cultural”.
De acuerdo a la publicación de ayer en elCaribe, en el Presupuesto General del Estado del 2018 existen dos opciones de control contempladas para la industria cinematográfica: examen previo de la inversión o establecer un tope al gasto deducible. En ese sentido, la Administración Tributaria tiene en carpeta elaborar varias normas para velar por la transparencia, equidad e igualdad del sistema tributario dominicano, entre ellas una dirigida a las exenciones a la industria del cine.

En la Ley de Presupuesto para el 2018 se prevé, en la política de ingresos para el próximo año, la adopción de “correcciones del sistema con miras a evitar la evasión y elusión”, aplicando “medidas y acciones de políticas que disminuyan el incumplimiento y eviten un aprovechamiento de vacíos y debilidades existentes en la normativa”. “Para el caso de la industria del cine, la norma contemplaría dos condiciones para conceder las exenciones fiscales que prevé la ley de Cine, la número 108-10,que para el año que concluye fue estimado en RD$1,400 millones”.

Medidas que el presidente de la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine (Adocine), Juan Basanta, ha rechazado. “No estoy de acuerdo; y menos ahora que República Dominicana suena por su cine, no por cosas negativas. Además hay cinco universidades ofreciendo carreras de cine”, expresó.

El cineasta consideró que en el Presupuesto Nacional “hay muchos gastos innecesarios que están dedicados al clientelismo político. Sin embargo, esta ley 108-10 hoy está dando frutos más allá de lo que sus detractores quieren resaltar. Además está creando empleos en múltiples sectores de la economía nacional”. Para el director de cintas como Biodegradable, esta medida “es una estrategia de comunicación brillante ya que es importante hacer ruido con los involucrados en la pantalla grande, porque con ningún otro gremio como en el cine van a poder hacer más circo al tratarse de un escenario de estrellas como Nashla, Cheddy, Raymond, Miguel o Frank Perozo o directores como Archie López o Héctor Valdez, por solo citar algunos”.

Entiende que lo que el gobierno debe resolver es la evasión y aprovechar, además “reducir la abultada nómina del Estado”. “Así como sería también oportuno rectificar la distorsión existente en el negocio de los hidrocarburos”, puntualizó Basanta desde el set de rodaje de un nuevo filme.

Hace poco, la titular de la Dirección General de Cine (DGCine), Yvette Marichal, se refirió a unas declaraciones del ministro de Hacienda, Donald Guerrero, quien dijo que hay actividades que reciben exenciones tributarias que deben ser revisadas, como es el caso de la industria del cine. “Cuando él dijo eso, yo entendí, no puedo pasar de aquí; yo sé que nos pasamos un poco, pero no lo que pudo haber sido sino tomamos esa medida. Y no es poniéndole un tope al cine, porque no lo tiene, la ley no lo contempla ni se ha hecho vía resolución del CIPAC (Consejo Intersectorial para la Promoción de la Actividad Cinematográfica en la República Dominicana); pero sí, tenemos que cuidar, y entendemos incluso que más de 30 películas, para producción, son mucho, porque ahora mismo estamos importando personas de México, Venezuela y Puerto Rico porque nuestro crew, que son siete, está totalmente ocupado”, dijo Marichal a elCaribe durante el anuncio de la película “Rubirosa” en el edificio corporativo de Claro.

El debate acerca del presupuesto asignado a la Ley No. 108-10, para el fomento de la actividad cinematográfica en la República Dominicana, continúa creciendo y no es un tema que cause alegría en el séptimo arte local.

Hace poco, el economista Andrés Dauhajre hijo publicó en elCaribe un análisis, titulado “La risa más cara del mundo”, donde planteó que el Gobierno se ahorraría más de RD$1,100 millones si cambiara el modelo de exención vigente por un Fondo de la Industria Cinematográfica, con una asignación anual en el Presupuesto de RD$250 millones.

Industria del cine local produjo 30 películas

La industria cinematográfica, según dijo Yvette Marichal, cerrará el 2017 con un nuevo récord de películas dominicanas, superando las 30 producciones, con monto general asignado para estos fines de unos 1,400 millones de pesos.

Cabe destacar que durante este año, ocho películas dominicanas (Carpinteros, El hombre que cuida, Jeffry, Voces de la calle, Melocotones, Sambá, Cocote y Mañana no te olvides) lograron 26 premios extranjeros, tras participar en 111 festivales internacionales de cine en 37 países; eso sin contar otros filmes como Luis y Patricia, el regreso del sueño, que también fueron proyectadas en festivales fuera de la República Dominicana.

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