Cuando de marcas se trata

En el béisbol, el jonrón es el rey. Manda con poderes ilimitados sobre el resto de las estadísticas y ni hablar del aliciente mayúsculo que es para los seguidores del juego.

En el béisbol, el jonrón es el rey. Manda con poderes ilimitados sobre el resto de las estadísticas y ni hablar del aliciente mayúsculo que es para los seguidores del juego.

Difícilmente un parroquiano se canse de ver a su equipo dando cuadrangulares en un partido.

Dicho esto, una marca que envuelva el llamado batazo de cuatro esquinas supera en rango a sus pares y merece un trato a la altura de su investidura.

Es la entidad rectora que debe preocuparse porque se maneje el protocolo como manda el manual. El equipo al que pertenece el jugador con la hazaña recién conquistada también debe poner de su parte para que no pase sin pena ni gloria y el logro en cuestión tenga un alcance de magnitud.

Por un lado se entiende que Juan Francisco se sintiera mal por la derrota del Licey el pasado domingo ante las Águilas en el Estadio Quisqueya, pero ni los medios ni los periodistas tienen responsabilidad alguna en ese resultado. Simplemente asistieron a cumplir con su misión en un momento histórico de nuestra pelota invernal.

A ese nivel se habla sin importar la decisión del partido. No se está compelido a mostrar un rostro de felicidad tras un revés, pero hay que dar la cara.

La Liga Dominicana de Béisbol (Lidom) y los Tigres debieron adueñarse de ese momento, con un guión de dos vertientes, pierda o gane, porque puede que en Rumanía los descendientes del Conde Vladimir no tuviesen idea alguna de lo que se esperaba, pero aquí en la República Dominicana estaba claro que Francisco necesitaba de un palo para ser el nuevo rey de los cuadrangulares, por lo tanto podía suceder en cualquier instante.

Lidom y Licey se beneficiaban de eso tanto o más que el protagonista. Habrá que esperar otros hitos, porque en este no se tomaron todos los apuntes de rigor.

Apunte esto

Los Piratas pararon a Starling Marte, quien se entregó en cuerpo y alma a los Leones…Gran ceremonia de los Lakers para retirar los dos números (8 y 24) de Kobe Bryant, a quien siempre le reconoceré un espíritu competitivo único en su clase…Cinco anillos son prueba fehaciente de su entrega por ganar.

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