Honduras rechaza nuevas elecciones; siguen protestas

TEGUCIGALPA (AP) — El gobierno de Honduras rechazó el lunes una sugerencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) para realizar nuevas elecciones presidenciales, luego de unos controvertidos comicios que desataron acusaciones de fraude de la oposición y dudas de observadores internacionales sobre la transparencia de los resultados.

TEGUCIGALPA (AP) — El gobierno de Honduras rechazó el lunes una sugerencia de la Organización de Estados Americanos (OEA) para realizar nuevas elecciones presidenciales, luego de unos controvertidos comicios que desataron acusaciones de fraude de la oposición y dudas de observadores internacionales sobre la transparencia de los resultados.

“No habrá otra elección”, señaló en rueda de prensa el vicepresidente de Honduras, Ricardo Álvarez, mientras en las calles simpatizantes de la oposición mantenían bloqueadas calles y carreteras en rechazo a la declaración del presidente Juan Orlando Hernández como ganador de los comicios del 26 de noviembre.

“La única elección es la que se realizará dentro de cuatro años”, añadió.

El tribunal electoral de Honduras declaró el domingo que el ganador de los comicios fue el actual mandatario, lo cual desató de inmediato críticas del candidato opositor Salvador Nasralla y de sus seguidores, que han dicho que no reconocerán los resultados.

El mismo domingo, la OEA -que envió una misión de observadores para los comicios- señaló que era imposible determinar el resultado con suficiente certeza por irregularidades cometidas en el recuento de los votos, por lo cual consideró que lo mejor “es un nuevo llamado a elecciones generales”.

Sin embargo, el vicepresidente hondureño aseguró el lunes que se revisaron todas las actas electorales “y reflejan una cosa: Hernández es el nuevo presidente”.

También criticó al secretario general de la OEA, Luis Almagro, y dijo que no tenía por qué pedir nada. “Honduras es un país independiente”, señaló y acusó a Nasralla y al expresidente Manuel Zelaya de generar caos en el país.

Los manifestantes ocuparon vías estratégicas en todo el territorio nacional con piedras y neumáticos incendiados para impedir el paso de vehículos, mientras miles de personas intentaban llegar a pie a sus centros de trabajo. Muchas universidades, escuelas y bancos estaban cerrados.

Soldados y policías fueron vistos quitando obstáculos en las vías, que casi de inmediato los partidarios de Nasralla colocaban de nuevo.

Nasralla se encontraba en la capital de Estados Unidos, donde buscaba apoyo ante lo que considera un fraude electoral y en principio se reunió con Almagro, a quien entregó documentos con supuestas evidencias de las irregularidades.

El candidato opositor dijo que las evidencias entregadas a Almagro incluyeron grabaciones en las que presuntamente se escucha la voz de Hernández ordenando al presidente del Tribunal Electoral que retuviera el primer boletín y poder así modificar 5.800 actas el día de la jornada electoral.

Nasralla planeaba reunirse en la tarde del lunes con funcionarios del Departamento de Estado para explicarles detalles sobre el supuesto fraude, pero expresó pocas expectativas sobre el posible rol de Washington.

“Estados Unidos nos mira como un país muy pequeño. Ellos tienen problemas más grandes en el contexto de la política mundial y por lo tanto no le dan la suficiente importancia que nosotros quisiéramos”, señaló.

Patrick Leahy, principal demócrata en la comisión de asignaciones presupuestarias del Senado, exhortó el lunes a la Unión Europea y a la OEA a «insistir en cualquier acción, incluyendo un recuento completo o una nueva elección, necesaria para eliminar cualquier sospecha razonable de fraude».

Al menos 17 personas han muertos en todo el país en los disturbios registrados desde los comicios.

En la salida de La Lima, a unos 300 kilómetros al norte de Tegucigalpa y cerca de San Pedro Sula, una turba quemó con bombas incendiarias un autobús. El empresario del transporte Adán Fúnez, dueño del autobús incendiado, aseguró a periodistas las pérdidas son superiores a los 300.000 dólares.

«Es mejor estar encerrados en nuestras casas», afirmó a The Associated Press María Velásquez, una maestra que reside en Valle de Ángeles, una ciudad cercana a Tegucigalpa.

«Tratamos de que todo vuelva a la normalidad», afirmó a AP el vocero policial, subcomisionado Jairo Meza. «Coordinamos acciones a lo largo y ancho en el país con el apoyo de las fuerzas armadas». Por ahora no hay reportes de detenidos.

“No peleamos por Nasralla ni por nadie, peleamos por nuestros derechos», dijo la vendedora ambulante María Gutiérrez mientras bloqueaba con decenas de personas la entrada a la populosa colonia Kennedy, al sur de Tegucigalpa. «Lo que queremos es que se vaya el delincuente que tenemos de presidente», añadió.

El paro nacional fue convocado por Zelaya (2006-2009) para presionar a Hernández a que busque una salida política a la crisis. Zelaya es coordinador de la Alianza de Oposición contra la Dictadura que llevó a Nasralla como candidato.

La presidencia emitió un comunicado en el que no se refirió a la crisis que enfrenta el país y sólo hizo mención a las felicitaciones que Hernández recibió del presidente colombiano Juan Manuel Santos.

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